La industria cárnica zamorana que hermana distintas religiones en torno al cordero

La empresa Moralejo Selección prepara el desembarco en Estados Unidos tras estar ya presente en Palestina, Israel, Arabia Saudita, Japón o Singapur

Instalaciones de Moralejo Selección.

Instalaciones de Moralejo Selección. / José Luis Fernández (Archivo)

Hace 240 años el rey Carlos III adquirió a un tratante de ganado zamorano apellidado Moralejo dos burros que regaló en símbolo de amistad a George Washington, entonces jefe del ejército continental y a la postre primer presidente de los Estados Unidos de América.

Hoy en día, otros dos integrantes de la saga de los Moralejo preparan el desembarco en Estados Unidos, pero no con garañones sino con corderos. Los hermanos Mario y Enrique Oliveira Moralejo recuerdan que su bisabuela ya vendía algunos lechazos en el entorno del Mercado de Abastos de Zamora, donde se asentó su abuelo como industrial y siguió su madre con el negocio familiar.

Ellos, aprovechando los conocimientos adquiridos en ese humilde mercado zamorano y en una industria del sector de un tío suyo, han dado el salto a medio mundo, incluido exigentes mercados de Oriente Medio hasta entonces vetados a la carne de ovino español.

Desembarco en EEUU

Ahora preparan su llegada a Estados Unidos a partir del verano, "para dar a conocer las bondades del cordero y el lechazo y el recental", explica Enrique Oliveira.

Pero al margen de su conquista del mercado estadounidense, Moralejo Selección tiene objetivos más inminentes tanto dentro como fuera de España.

Esta industria referente en un sector como el del ovino en el que Zamora es potencia nacional ha sabido poner en valor a nivel mundial las propiedades del cordero español, que es "único y diferente al de otras partes del mundo".

Su alimentación con pienso de cereal, además de pasto, da como resultado "una carne rosada con grasas menos saturadas", detalla uno de los hermanos Oliveira Moralejo.

Mario y Enrique Oliveira Moralejo.

Mario y Enrique Oliveira Moralejo. / Cedida

Hace casi dos décadas, con ese aval y los conocimientos aprendidos en la industria cárnica en la que trabajó anteriormente, Enrique decidió montar una pequeña empresa que como todos los comienzos de una aventura empresarial fue modesto.

Se asentó en una pequeña sala de despiece con la idea de comprar y vender producto aprovechando que "conocía el mercado, tenía contactos, el aval de su segundo apellido y las ganas de la juventud". Si entonces le hubieran dicho que 19 años después ese negocio se iba a transformar en una empresa que factura 85 millones de euros, vende en más de cuarenta países del mundo, genera 250 empleos directos y medio centenar indirectos y tiene como proveedores a unos seis mil ganaderos de ovino españoles, no se lo hubiera creído.

Pero la bola de nieve fue creciendo, unos proyectos llevaron a otros y así es como Moralejo Selección se ha posicionado como un referente en la transformación y la generación de valor añadido para el ovino.

Clave fue que al año siguiente de iniciar el negocio, Enrique convenciera a su hermano Mario, que había trabajado como cocinero en el restaurante del hotel Ritz de Madrid y otros negocios de hostelería, para que volviera a su tierra y le ayudara en la pequeña empresa que había creado en el alfoz de Zamora.

Instalaciones de Arcenillas.

Instalaciones de Arcenillas. / Cedida

Gracias a él y al apoyo de cocineros con estrellas Michelín han desarrollado con el paso de los años, como una de sus líneas de negocio, la comercialización de productos elaborados como los de "asado fácil".

Únicamente requieren unos pocos minutos en el horno para tener listo una paletilla, una pierna o un costillar, de cordero o de cabrito lechales.

También han incorporado otras recetas de productos cocinados y platos elaborados listos para llevar a la sartén.

Una nueva hamburguesa

A ello contribuyó que a la primera industria de Coreses abrieran en 2018 una segunda en Arcenillas en la que empezaron a desarrollar innovaciones. La última de ellas, que verá la luz en un mes, es una hamburguesa de cordero premium que está llamada a competir con las tradicionales de cerdo o de pollo.

Recientemente, la firma zamorana ha logrado ampliar sus ventas en una de las cadenas de supermercados de referencia en España, Mercadona. Sus productos han empezado a comercializarse en las tiendas de Cataluña de la enseña valenciana, al igual que ya estaban presentes en otras zonas del país. Antes se han introducido también en otras cadenas como El Corte Inglés, Eroski, BM o el mayorista Makro, entre otros.

No menos importante es su presencia internacional, con un tercio de la producción que se envía desde Zamora a todo el mundo.

Expositor de Moralejo Selección en una feria.

Expositor de Moralejo Selección en una feria. / Cedida

Los corderos de Moralejo Selección llegan a países de distintas culturas y religiones, ya que cuentan con carne Halal acreditada para musulmanes y carne Kosher para los judíos. De hecho, venden tanto a Israel como a Palestina, a países del golfo pérsico como Arabia Saudita, e incluso han llegado a Japón y Singapur.

Este año la coincidencia del Ramadán con la Pascua Católica y la proximidad en fechas de la Pascua Judía y la Ortodoxa han hecho que hayan tenido que redoblar esfuerzos ya que son "celebraciones todas ellas en torno al cordero", comenta Enrique Oliveira Moralejo.

Apoyo al sector

En defensa del sector cárnico, esta industria zamorana participa junto a casi un centenar de empresas en la campaña "El sentido de la carne", que pone de relieve la labor que desarrollan y el disfrute de la carne en el marco de una alimentación equilibrada.

Junto a ello, Enrique señala la importancia de la otra pata de su negocio: el sector ganadero. Le preocupan los cierres de explotaciones de ovino por lo sacrificado del trabajo. Reivindica el apoyo público al sector y que provincias como Zamora puedan tener una fiscalidad diferenciada. Sería una forma, por ejemplo, de incentivar al ganadero y que pudiera contratar mano de obra de apoyo sin la esclavitud que supone tener que sacar y dar de comer al ganado todos los días.