La Opinión de Zamora

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Andrés Aganzo | Sociólogo, Profesionales Cristianos de A.C.
Andrés Aganzo | Sociólogo, Profesionales Cristianos de A.C.

“La producción alimentaria en la provincia sería una solución a la despoblación”

“La pobreza es uno de los síntomas de la crisis que estamos atravesando y es necesario invertir para darle la vuelta”

Andrés Aganzo antes de su presentación en el Museo Etnográfico. | Jose Luis Fernández

Andrés Aganzo, sociólogo, viene a Zamora a dar una ponencia en el Museo Etnográfico sobre políticas sociales en tiempos de crisis, impuestos y sostenibilidad, en las III Jornadas de Ética Profesional, organizadas por Profesionales Cristianos de A.C.

–¿Cuáles son los ejes en los que centra su discurso sobre las políticas sociales?

–La ponencia aborda la cuestión de la soberanía y los impuestos, a través de cuatro ejes principales: el cambio climático, la pérdida de centralidad del trabajo, la desigualdad social y la geoestrategia internacional en torno a los recursos naturales.

–¿Cuáles son los enfoques que se le están dando en este momento a las problemáticas sociales?

–Hay un enfoque neoliberal, que en su origen tenía un sentido lógico que combinaba la libertad de mercado con la igualdad, pero que poco a pocose ha convertido en una carrera del control y una privatización de todo. La otra tendencia es de carácter comunitario que se basa en la cohesión social y la solidaridad orgánica del Estado. Entre ambas existe una confrontación que se agudiza en función de la tendencia electoral.

–Asociaciones como Cruz Roja o Cáritas están alertando de los niveles de pobreza que están observando en Zamora ¿cómo se puede hacer frente a esta situación?

–La pobreza es uno de los síntomas de la crisis que estamos atravesando y la forma de darle la vuelta es convirtiéndola en riqueza. Es decir, tenemos ancianos en soledad, pasando por momentos terribles, por lo que es necesario orientar recursos para ponerle solución, lo que al mismo tiempo constituye una inversión, en generar empleo y en calidad de vida para aquellos que lo necesitan.

–El empleo se ha convertido en uno de los temas que genera mayor preocupación en la sociedad ¿cree que hay que cambiar la perspectiva?

–Sí, el empleo como lo conocíamos ya no existe y es necesario que se destinen recursos extraordinarios. Estos pueden venir de dos vías, o bien se disminuyen los servicios, o aumenta la presión fiscal.

–La situación actual, ¿atiende a un proceso cíclico o estamos ante un panorama nuevo?

–Hay cuestiones coyunturales, siempre ha habido crisis de empleo, pero otras que son indiscutiblemente nuevas, como el cambio climático. Esto no es algo cíclico si se atiende a factores como son el aumento del nivel del mar o las olas de calor de este verano. De la misma forma sucede con otras cuestiones como las importaciones de productos que tenemos o podemos tener aquí, eso es una forma de tocar techo hacia el despilfarro más absoluto. Tenemos que plantearnos otras formas de vida.

–¿Qué otras formas de vida pueden plantearse en Zamora?

–Puede empezarse por la producción. Por ejemplo, importamos cereales Ucrania, o garbanzos de países de Latinoamérica, lo que genera gasto económico y contaminación. Son productos de alimentación que contribuirían a la riqueza de la provincia, a la generación de empleo, a la lucha contra la despoblación y el cambio climático. De la misma forma, los incendios de este verano han sido una tragedia y de ello debemos sacar el aprendizaje de que los incendios se apagan en invierno, por lo que la Administración debería invertir en esto, lo que nuevamente generaría puestos de trabajo.

–¿Cree que la situación actual se debe a la guerra de Ucrania o es algo que ya se venía fraguando?

–La guerra es solo otro de los indicadores que nos informan de que las cosas están cambiando. A este habría que sumar las catástrofes naturales como Filomena o las últimas inundaciones y la pandemia. Todos ellos son factores de alerta.

–¿Cuál cree que es uno de los cambios sociales más importantes de los últimos tiempos?

–Uno de los más pronunciados ha sido el que se ha ido dando de forma progresiva, sin darnos cuenta. Es decir, todos tenemos necesidad de cariño, de dignidad y seguridad. Sin embargo, lo que ha cambiado es la forma en la que sentimos que esas necesidades están cubiertas, pensamos que la seguridad es una alarma en casa, suplimos el cariño por el coche más caro del mercado y lo verdaderamente nuestro queda camuflado.

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