La operación antidroga llevada a cabo en el barrio de Los Bloques para desarticular un punto de venta de cocaína y heroína podría conducir a la cárcel durante 3 años y medio a cada uno de los cuatro imputados por un delito de tráfico de drogas en la capital, penas que suman los 14 años que exige la Fiscalía Provincial. Además, solicita una multa de 20.000 euros. Otro imputado, vecino de Salamanca, de iniciales M.B., podría ir un año a la cárcel por poseer un arma carabina Anschutz, sin tener licencia.
La operación policial se saldó con la incautación de 119, 28 gramos de cocaína y 205,24 de heroína en julio del año 2018, cuya venta en el mercado habría reportado unas ganancias de 11.499,82 euros, de acuerdo con la acusación del Ministerio Público.
Los procesados, dos hombres y dos mujeres -de iniciales L.L.D.; D.P.M.; F.J.G.P. y M.F.G.B.-, “sobradamente conocidos por la policía”, usarían un piso en el número 16 de la calle de Churruca, propiedad de una de las parejas, la que presuntamente se dedicaba a distribuir la droga. Los otros dos acusados, F.J.G.P. y M.F.G.B, intervenían en el proceso observando las inmediaciones del inmueble para avistar sobre la posible presencia de la Policía Nacional para dar aviso a los traficantes y propietarios del piso de la calle Churruca y deshacerse de los estupefacientes si se producía un registro.
Además, estos últimos actuaban como intermediarios de L.L.D. y D.P.M., de acuerdo con la investigación policial, que sostiene que también se encargaban de hacer desaparecer las dosis de heroína y cocaína cuando los agentes de la Nacional acudían a realizar alguna redada, según recogen las diligencias que llevó a cabo la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría de Zamora, que durante nueve meses mantuvo un dispositivo especial de vigilancia sobre distintos puntos de venta al menudeo de droga en la capital al observar que esta actividad ilícita se había trasladado a distintos barrios de Zamora, antes más concentrada en el poblado de Las Llamas.
El desmantelamiento del punto de venta de la calle de Churruca se produjo tras una especial vigilancia, después de que la Policía Nacional organizara un operativo entre octubre de 2017 y julio de 2018 tras detectar “un gran número de visitantes en diferentes pisos de la ciudad en los que vendían personas sobradamente conocidas” para los agentes por dedicarse con anterioridad al tráfico de drogas, apunta la Fiscalía.
El 12 de julio, el acusado F.G.P. fue interceptado por policías cuando abandonaba el mencionado piso “en actitud sospechosa”: llevaba encima “cuatro papelinas de heroína y cocaína”, así como “dos bolsas envasadas la vacío, en cuyo interior había otras de color marrón y blanco”, que resultaron ser heroína y cocaína.
Mientras actuaban los policías, abandonaron el domicilio los dueños, L.L.D. y D.P.M., y la otra acusada, a quien aseguran que vieron “arrojar a una papelera cercana una especie de calcetín”, con una balanza de precisión en su interior. La mujer continuó caminando a su casa, hasta donde la siguieron los policías, que realizaron un registro y se incautaron de una bolsa envasada al vacío con otras dos de color marrón y blanco, heroína y cocaína, según los análisis. En otra, hallaron tres bolsas más pequeñas, dos de ellas con idéntico contenido a las anteriores, así como otros dos envoltorios de un tamaño más pequeño con sustancias similares. La Fiscalía concluye que estas drogas tenían como destino la venta en el piso de la calle de Churruca.
