La Opinión de Zamora

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María Victoria Mateos Manteca Hematóloga. Mejor investigadora clínica en mieloma del mundo

“Estamos cerca de curar el mieloma, pero nos faltan años para demostrarlo”

“Lo importante es que tenemos mucha innovación, muchos fármacos y estrategias de tratamiento que nos llevan por el camino adecuado”

María Victoria Mateos, en el centro, recoge el premio. Cedida

María Victoria Mateos Manteca ha recibido en Los Ángeles el premio a la mejor investigadora clínica en mieloma del mundo, un paso más en la brillante carrera de esta zamorana que lleva años en la élite mundial del estudio de este tipo de tumores y afronta su próxima etapa como presidenta de la Sociedad Española de Hematología. A punto de cumplir 53 años, Mariví Mateos sigue viviendo en Zamora y trabajando en Salamanca, pese a las ofertas recibidas para investigar en Estados Unidos.

–¿En qué consiste el premio de mejor investigadora clínica en mieloma?

–Tiene lugar una reunión anual este año en Los Ángeles, donde hemos ido más de 1.600 personas investigadores básicos y clínicos que nos dedicamos básicamente al mieloma. En esa Sociedad Internacional de Mieloma hay diferentes comités, entre ellos uno de premios, formado fundamentalmente por gente senior mucha trayectoria en mieloma. Se nomina a varios candidatos a las tres categorías y yo estaba en el premio de Bart Barlogie.

–¿De dónde recibe el nombre?

–En honor a un hematólogo que todavía vive, ya mayor, que fue pionero en el inicio de la investigación clínica en mieloma. Ha desarrollado toda su actividad en Arkansas y tenía un programa de investigación clínica con un objetivo que tenía claro que era conseguir la curación del mieloma. Este premios hace referencia a él y por eso se le da a una persona que tenga una trayectoria brillante, o que haya conseguido aportaciones en el caso de la investigación clínica en mieloma.

–¿Es un premio a la trayectoria o a un estudio concreto?

–Es un premio a la trayectoria global y de hecho tienes que presentar todo lo hecho a lo largo de tu carrera, no un trabajo concreto.

–Habla de la curación del mieloma. ¿Estamos cerca de conseguirla?

–Estamos en una situación buena y de hecho durante este congreso de mieloma se ha hablado abiertamente y se ha discutido sobre la curación de la enfermedad. Yo personalmente he dado una charla sobre cuál era el reto en el mieloma de nuevo diagnóstico y creo que el reto es curar y tenemos los caminos bastante bien trazados. Lo que necesitamos ahora, lo que estamos haciendo ya a través de un montón de ensayos clínicos es ver si realmente curamos a pacientes con mieloma. Porque no nos queda otro remedio que esperar tiempo, esperar años para ver si esto se cumple, pero creo que vamos en la dirección adecuada. Lo importante es que tenemos mucha innovación, muchos fármacos y estrategias de tratamiento nuevas que hace que vayamos por el camino adecuado y todos estamos de acuerdo en que esa es la vía que tenemos que seguir.

–¿El mieloma es una enfermedad que va a más?

–Realmente la incidencia del mieloma está bastante estancada, es decir, que el número de casos que se diagnostican por año es más o menos el mismo, no hay un aumento, aunque es cierto que el mieloma está precedido de unas enfermedades premalignas y estas si que probablemente no es que existan más, sino que se están diagnosticando más.

–¿Por qué?

–Porque cada vez se están haciendo más análisis de rutina y se es capaz de detectar estas situaciones premalignas lo que puede contribuir a que se les haga un seguimiento más cercano. En algunas de ellas se puede plantear incluso algún tratamiento precoz. Lo único que pone en contexto es que cada vez vamos a tratar a los pacientes con mieloma antes y de una manera más óptima. Por tanto estamos en la vía de la curación y afecta globalmente a que el número total de pacientes de mieloma en España y el mundo vaya aumentando porque la supervivencia cada vez es más larga. Con lo cual cada vez tenemos un mayor número de pacientes pero en este caso es algo positivo.

–¿Cuál es el tratamiento estándar para el mieloma?

–El tratamiento estándar es bastante dinámico, pero afortunadamente ahora en el mieloma de nuevo diagnóstico, en España y en la práctica real, está ya aprobadas estrategias. Fármacos que se llaman inhibidores de proteasoma, fármacos inmuno moduladores e inmunoterapia, y los anticuerpos monoclonales anti C38, concretamente el Daratumumab forman parte de la primera línea de tratamiento de cualquier paciente con mieloma. Si el paciente es joven se sigue haciendo trasplante y posteriormente un mantenimiento. Pero incluso el trasplante de médula ósea, que es un tratamiento estándar, en investigación se está retando el trasplante con nuevas estrategias y por ejemplo los linfocitos T-CAR cabe la posibilidad de que en un futuro reemplacen al trasplante.

–¿Los linfocitos T se usaban hasta ahora en pacientes con mal pronóstico?

–Se utilizaban en pacientes en fases avanzadas de la enfermedad, pero ahora ya se están usando en fases más precoces e incluso en enfermos de nuevo diagnóstico hay algunos ensayos clínicos. Nosotros en Salamanca ya tenemos varios pacientes tratados con un CAR-T en primera línea, lo que pasa es que nos falta tiempo para ver cuales son los resultados. A priori los resultados son buenos, pero necesitamos años de seguimiento para ver cómo evoluciona.

–Tuvo ofertas para irse a Estados Unidos, pero al final se queda en Salamanca y demuestra que es posible hacer investigación puntera aquí.

–Totalmente. Un centro de Salamanca y diría también un Grupo Español de Mieloma. El premio es el reconocimiento a la gente que trabaja conmigo en el hospital porque obviamente necesitamos mucho soporte, mucha ayuda y hay mucha gente que hace actividad de rutina pura y dura para que otros nos dediquemos más a temas de investigación, aunque sea también con pacientes. Y luego necesitamos un grupo sólido, como es el Grupo Español de Mieloma, donde participamos más de 90 hospitales españoles haciendo todos lo mismo e incluyendo pacientes en los ensayos clínicos, que es la única manera de obtener resultados y premios. Al final nos dan estos premios a una persona que hoy puedo ser yo y en otra ocasión otro miembro del Grupo Español de Mieloma, pero siempre como reconocimiento a una labor de equipo.

–¿Trabajan los distintos grupos en un sistema de competencia o se intercambian conocimientos, se da más la colaboración?

–En España trabajamos la colaboración desde hace muchísimos años, desde finales de los años 90 y se trabaja en absoluto en competición. Hay muchísimos campos, cada uno estudia un campo concreto y la colaboración es lo único que hace crecer y seguir para adelante. Incluso me atrevo a decir que tampoco existe una competición con los grupos internacionales, cada uno tiene sus ensayos clínicos diferentes que intentan responder a preguntas específicas que en ocasiones se confirman. Es decir, lo que dice un grupo lo confirma otro, en otras ocasiones son preguntas totalmente diferentes, pero además lo bueno y el atractivo que tiene, desde mi punto de vista, investigar en mieloma es que, como dice un hematólogo de Estados Unidos una gran figura que es Kenneth Anderson que dice somos una gran familia y es cierto. Vas a los congresos, vas a este tipo de reuniones y al final sí, nos sentimos como una gran familia, tenemos muy buena relación entre prácticamente todos los investigadores y yo creo que no hay una competición sino un interés común y muchas posibilidades de poder llegar a conseguir el objetivo, con lo cual el hecho de que el ambiente sea bueno y de colaboración ayuda claramente.

–¿Los avances en mieloma son exportables al tratamiento de otros cánceres?

–Si, fundamentalmente muchos tratamientos como la inmunoterapia que ahora forma parte de lo más novedoso para el tratamiento del cáncer en general, que son estrategias transversales que sirven prácticamente para cualquier tipo de cáncer. Obviamente la inmunoterapia tiene que ir dirigida contra el tumor y cada tumor tiene sus marcadores específicos, pero la base, que es intentar potenciar el sistema inmune de cada paciente para que luche contra el cáncer, es un concepto clásico, general y transversal al cáncer en general.

–La inmunoterapia es una de las estrategias que están dando mayores esperanzas. ¿En que consiste?

–Como yo le digo a los enfermos, todos tenemos un ejército natural que nos protege del desarrollo de enfermedades y del desarrollo del cáncer. Y si alguna célula intenta escaparse y convertirse en célula tumoral un sistema inmune potente la destruye y el cáncer no se desarrolla. En el paciente que desarrolla un tumor, cualquier tipo de tumor, intervienen muchos mecanismos, pero uno de ellos, importante, es que el sistema inmune no reconoce al tumor como algo malo, sino que lo reconoce como algo normal, no actúa y deja de prolifere. Por lo tanto la inmunoterapia trata de reeducar a ese sistema inmune, ese ejército natural que como yo digo a los pacientes, lo tienen vago y perezoso, y lo tenemos que convertir en potente para que reconozca al tumor como algo extraño al ser humano y lo destruya, acabe con el cáncer.

–Tampoco es tan fácil, porque aparecen otras complicaciones.

–Se están produciendo avances importantes. Efectivamente no es fácil, no es un camino fácil, pero se están produciendo avances importantes. Estoy convencida de que lo conseguiremos.

–Elegida presidenta de la Sociedad Española de Hematología está a punto de empezar a ejercer de titular de forma efectiva.

–Todavía estoy en segunda fila, porque es un proceso gradual. En octubre de este año cuando tenga lugar el Congreso de la Sociedad Española de Hematología será cuando realmente tome ya la posesión del cargo. Ya tengo alguna actividad, por ejemplo la semana que viene tengo que ir a una reunión a Santander, pero bueno, todavía expectante a ver qué pasa.

–¿Tiene ideas, ilusión por entrar ya de lleno a ejercer de presidenta o cierto temor a asumir más carga de trabajo?

–Las dos cosas, hay que ser sincera. Por un lado pienso muchos días que dónde me he metido y por otro lado, bueno, es una manera de aportar mi manera de trabajar, de ser y relacionarme a la sociedad Española de Hematología por si puede contribuir a mejorar a los hematólogos y que nuestra Sociedad tenga más visibilidad, más representación. Y si al final conseguimos mas cosas para los hematólogos y nuestros pacientes, mucho mejor.

–Sigue viviendo en Zamora. ¿Se ha planteado irse a vivir a Salamanca donde trabaja?

–Aquí tengo mi casa. Nos lo hemos planteado muchas veces, pero al final estoy acostumbrada y de momento aquí nos quedamos. A lo mejor cuando vaya envejeciendo o no tenga capacidad para viajar tanto todos los días y tendré que plantear quedarme aquí en Salamanca.

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