La cumbre de la OTAN, que comienza este martes en Madrid y que se prolongará hasta el jueves, ha obligado a España a reforzar su seguridad y a establecer controles en todas sus fronteras para minimizar cualquier riesgo de cara a una cita a la que acudirán los principales líderes de los treinta países que forman parte de la Alianza. Esa circunstancia afectará también a Zamora, donde se intensificará la vigilancia en todos los pasos que conectan a la provincia con Portugal, según confirmaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
Acción coordinada con Portugal
Esa vigilancia extraordinaria no supondrá un control estricto de fronteras como el que se estableció durante las fases más duras de la pandemia, pero sí implicará una serie de acciones coordinadas entre la Policía Nacional y la PSP y la GNR portuguesas, que colaborarán de forma estrecha con los agentes españoles.
En principio, esa vigilancia conjunta traerá consigo controles aleatorios a los vehículos que crucen por cualquiera de las zonas de acceso a la provincia desde Portugal y se extenderá hasta el próximo jueves, cuando concluirá la cumbre de la OTAN en la capital de España. Allí, el control policial será mucho más estrecho y condicionará de un modo más evidente la vida de los ciudadanos.
En el caso de Zamora, el hecho de compartir frontera con Portugal implica de manera periódica a los agentes de las zonas de La Raya en operativos de estas características. Así ocurrió, por ejemplo, con la cumbre de la OTAN que se celebró en Lisboa en noviembre del año 2010 o con la visita del Papa a Madrid, que se produjo apenas nueve meses más tarde.
Perfiles de riesgo
En esta ocasión, el operativo reforzará la inspección en las fronteras exteriores al objeto de “identificar perfiles de riesgo procedentes de terceros países” y, además, “establecerá un servicio especial de seguimiento y control de llegadas y salidas de las delegaciones en los lugares fronterizos afectados”.
