“Que por mayo era por mayo, vitor vitanda, días de mucho calor, vitanda vitó”. Versos muy actuales para estos días, pero que en realidad forman parte del “Romance del prisionero”, integrado dentro del cancionero de folclore musical zamorano recogido por Miguel Manzano. Una composición que se pudo escuchar ayer en el salón de actos del IES Universidad Laboral, dentro del concierto “Ucrania en nuestro canto”, interpretado por el coro de alumnos de la ESO de este instituto, bajo la dirección de la profesora Paloma Ferrero Rodríguez.

Público en el salón de actos del IES Universidad Laboral EMILIO FRAILE

Esta iniciativa nació del departamento de música del centro educativo con el objetivo de ofrecer un concierto didáctico de carácter solidario, con motivo de la guerra de Ucrania. “Comenzamos a darle forma y surgió la invasión de Rusia, así que elaboramos un repertorio muy relacionado con este drama”, explicó la profesora. Con la ayuda de los alumnos de 2º, 3º y 4º de la ESO elaboraron el acto comenzó con una primera parte de percusión corporal, para continuar con una obra a piano de una danza gitana del compositor Joaquín Turina, interpretada por un alumno ruso del centro, al que siguió un poema interpretado por un compañero ucraniano que acaba de incorporarse a los estudios en Zamora debido a la guerra en su país. Volvió a sonar un vals a piano de Chopin por el mismo joven músico para que a continuación saliera al escenario otra compañera ucraniana que leyó un texto propio ante todos los alumnos congregados en el salón de actos.

Romance zamorano

Tras una nueva pieza a piano, esta vez “All my join, all my pain”, de Fabrizio Partelini, llegó el momento de la intervención del coro del instituto con ese “Romance del prisionero”, recogido en Sejas de Aliste por el maestro Manzano. La pieza se acompañó de una interpretación por parte de dos actores, que representaron al propio prisionero y al pajarillo del romance, a través de una marioneta.

Una alumna ucraniana del IES Universidad Laboral lee su texto. EMILIO FRAILE

“Toda la escenografía y el vestuario ha sido idea de los alumnos”, subrayó Ferrero. Así, el títere había sido confeccionado por una de las alumnas de Secundaria y todos los intérpretes del coro —que se aprendieron los versos de memoria, en su fórmula de canto original— iban vestidos de negro, con una bandera de Ucrania en sus camisetas. Amarillo y azul fueron los colores con los que quisieron apoyar a sus compañeros a favor del fin de esta guerra.

Para Bachillerato

Entre el público estaban los alumnos de Bachillerato, que han estudiado en este curso los romances. “Así han podido descubrir cómo suenan en directo, para que les queden más claros todos los conceptos”, subrayó la profesora de música, que en ningún curso pierde la oportunidad de incluir en el currículo los romances populares. “Apuesto por este tipo de música de tradición oral, tanto de Zamora como de otras provincias, para que se mantengan en la memoria ahora que apenas hay abuelos que lo canten”, justificó.