La novena promoción de grado de Enfermería de la Escuela Universitaria de Zamora se graduaba este sábado en el Campus Viriato. Sesenta nuevos enfermeros que sufrieron en sus propias carnes las restricciones de una pandemia que les obligó a un esfuerzo extra para realizar las prácticas y adquirir las competencias que les habilitan para ejercer la profesión. Son 60 jóvenes (48 mujeres, de ahí que se hable en femenino de enfermeras) con el horizonte laboral totalmente despejado, aunque aún con muchos límites para conseguir al especialización debido a un EIR (enfermera interna residente) todavía muy restrictivo y con pocas plazas.
Estaban en segundo de carrera cuando llegó la pandemia. Se suspendieron las prácticas y todo se puso cuesta arriba para salvar los estudios. Por suerte “con el apoyo de todos esto salió adelante, porque los alumnos hicieron un esfuerzo importante, pero también los coordinadores de los prácticums y las direcciones de Enfermería que facilitaron las cosas. Fue complicado la verdad. Hemos hecho encaje de bolillos, ajustes continuos, había unidades se abrían, otras se cerraban y había que reajustar las prácticas. Las clases se pueden hacer online o semipresenciales, pero las prácticas no se pueden sustituir por nada, porque los enfermeros tienen que alcanzar unas competencias. Y se han alcanzado”.
Así relataba la directora de la Escuela de Enfermería, María José Fermoso, el valor de la nueva promoción salida de las aulas de Zamora, lista para entrar en un mercado laboral que les recibe con los brazos abiertos. “El futuro que les espera a estas enfermeras es muy bueno, ahora mismo van a tener trabajo desde el primer día. Las direcciones de Enfermería ya nos han dicho a ver cuando finalizan porque les van a hacer un contrato, porque hay necesidad de profesionales”, explica Fermoso.
Además, “egresan en un momento de cambios, la Enfermería tiene que asumir competencias y roles nuevos que también van a aparecer y nuevos proyectos que tendrán que liderar. Es un momento en el que tienen retos importantes pero también oportunidades”.
Fermoso fue una de las participantes en la ceremonia de graduación celebrada en el salón de actos del Campus Viriato, con presencia de la directora Médica del Complejo Asistencial de Zamora, Montserrat García Castaño, la directora de Enfermería, Ana Benito, la secretaria académcia de la Escuela de Enfermería, Sagrario García Calderón y el padrino de la promoción el profesor del mismo centro José Carlos López.
Fueron los alumnos, representados por sus delegados, Tayra Sánchez Martín y Luis Castilla García, los encargados de liderar el acto en el que se mezclaron los discursos de las autoridades y las emociones de las familias cuando tocaba el reconocimiento del final de la carrera, con la foto de cuando eran pequeños y la actual.
Tayra y Luis destacaban precisamente la calidad de la formación recibida en Zamora y el buen trato que, en general, les dispensan los profesionales cuando toca hacer prácticas en el hospital o los centros de salud. Son las ventajas de una ciudad pequeña, más cercana y humana.
Ponerse a trabajar enseguida, este mismo verano, es también la idea de ambos, que en septiembre se prepararán para intentar obtener una plaza de EIR.
María José Fermoso cree que “la vía del EIR ha avanzado, hay algunas especialidades bastante desarrolladas y poco a poco se van vinculando esas plazas de especialistas en las diferentes unidades que corresponda”. Entre las especialidades que los estudiantes que optan al EIR tienen más claras, la de matrona. Salud mental o Pediatría son otras opciones con demanda.
Tayra Sánchez piensa que “nos espera un futuro bueno, tenemos grandes perspectivas de salir y ponernos a trabajar en cuanto queramos y donde queramos, por ejemplo los estudiantes de fuera que quieran volverse para su casa. Yo tengo intención de trabajar este verano y luego en septiembre ponerme con el EIR, la especialidad, me gustaría hacer Enfermería Comunitaria. Hay plazas, pero se presenta mucha gente, hay que intentarlo”.
Y en la misma onda, pero un poco más crítico, Luis Castilla “si consideras solo que haya trabajo, el futuro es bueno. Pero para que fuera bueno del todo deberían cambiar muchas cosas, menos ratio de pacientes por enfermera o más especialidades del EIR. Este verano quiero trabajar pero en septiembre me gustaría preparar el EIR y especializarme, pero las seis que hay ahora se quedan cortas”.
