El Ayuntamiento de Zamora pedirá la cesión de los 7,3 kilómetros de travesías que cruzan la ciudad. Se trata de las carreteras de titularidad estatal que, antiguamente, servían como conexión con las vías nacionales en los desplazamientos, pero que ahora cuentan con alternativa de circunvalación. En la actualidad, esas zonas forman parte del ecosistema urbano, pero se escapan del control municipal, una circunstancia que quiere cambiar el equipo de Gobierno de Izquierda Unida, de la mano de una normativa más favorable a estos acuerdos y de la utilización de los fondos europeos.

El alcalde de la capital, Francisco Guarido, ha sido el encargado de explicar los motivos que han llevado al Ayuntamiento a plantearse esta cuestión. El primero hay que buscarlo en el cambio introducido en la ley a finales del mes de octubre. Según el dirigente municipal, esa modificación reconocía los problemas para ejecutar esas cesiones en los últimos años, ante la exigencia de determinadas condiciones que podían ser lesivas para las entidades locales: "Cuando se pedía, había que hacer un proyecto, y arreglar y urbanizar las travesías a cambio de una pequeña compensación", según ha indicado el mandatario de IU.

La inversión en la ciudad rondaría los diez millones de euros

Ahora, el cambio de paradigma deja los trámites y la inversión en manos del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, y sitúa a los ayuntamientos ante el escenario de presentar la solicitud, esperar su aprobación y recibir las travesías previa ejecución de las obras que el propio municipio haya pedido. Esa opción se abre, en buena parte, gracias a la llegada de los fondos de recuperación de Europa, que servirán como mecanismo para financiar las actuaciones y que forzarán al Estado a intervenir con celeridad en los espacios urbanos que pretenda ceder. Todo deberá quedar resuelto antes de 2026.

El propio Guarido ha aclarado de este modo cuál es la situación actual: "El acuerdo se formalizará sobre la base de acondicionamiento, mejora y urbanización de los espacios. El Estado es quien hace los proyectos, pero el Ayuntamiento dice qué es lo que quiere", ha matizado el alcalde. En el caso de Zamora, las peticiones se centrarán en que los diferentes tramos cuenten con una nueva iluminación tipo LED, en la renovación de todas las aceras y del asfalto, en la colocación de nuevo mobiliario urbano y en los cambios de los colectores cuya antigüedad así lo demande. En total, el equipo de Gobierno calcula que la inversión con fondos europeos podría superar los 10 millones de euros.

En esa línea, el Ayuntamiento de Zamora ha separado los cuatro tramos de travesías que cruzan la ciudad y ha establecido un orden de prioridades, tanto por si el Estado solo le cede una parte, como para aclarar dónde desea que se intervenga primero si el trasvase es completo. Las divisiones son las siguientes, por orden de premura para el equipo de Gobierno:

Tramo 1: De la Puerta de la Feria a Trascastillo: 0,8 kilómetros.

Tramo 2: De la rotonda del Sancho a la Puerta de la Feria: 1,7 kilómetros.

Tramo 3: Del cruce entre Requejo y Cardenal Cisneros a la rotonda de acceso a la autovía dirección Valladolid: 2,1 kilómetros.

Tramo 4: Cardenal Cisneros: Desde la Aldehuela hasta la rotonda del Sancho.

La prioridad del primer tramo se justifica sola al recordar el proyecto de renovación del entorno de la muralla que tiene en marcha el Ayuntamiento. Los otros tres van "del más fácil al más difícil", según ha explicado Guarido, que ha indicado que "no tiene ningún sentido que estas travesías formen parte de la Red de Carreteras del Estado". De hecho, los dirigentes de la ciudad han tenido algunos problemas a la hora de intervenir en estos puntos por cuestiones competenciales: "Nos ralentiza mucho, y esto es una magnifica oportunidad", ha aseverado el responsable de IU.

El alcalde confía en un aumento de las transferencias del Estado para financiar el mantenimiento posterior

La inversión de más de diez millones de euros para la ciudad hace más atractiva la cesión, pero la cara B podría llegar a partir de entonces, cuando el Ayuntamiento tendría que encargarse del coste del mantenimiento de estos espacios. Guarido ha afirmado que las obras iniciales facilitarán más de una década sin intervenciones importantes y ha rechazado un posible perjuicio para el municipio bajo la esperanza de que el Estado incremente sus transferencias con el ajuste correspondiente al nuevo tamaño de las zonas que ha de atender la entidad local.

El alcalde también ha apuntado que el equipo de Gobierno ya ha hablado con responsables de Valladolid de la red de carreteras: "Son ellos los que nos animan a presentarlo", ha deslizado Guarido, optimista ante la posibilidad de que la cesión se convierta en realidad próximamente. Antes, la petición tendrá que pasar el trámite obligatorio del Pleno. Los grupos lo debatirán en la sesión del lunes y el líder de IU espera que no haya votos en contra, aunque la mayoría absoluta de su partido dejaría sin efecto real tal posicionamiento.