Comenzó el juicio negando que hubiera visto a la pareja de la Guardia Civil que realizaba un control de vehículos y le dio el alto a la entrada de Cerecinos, pero terminó admitiendo que, junto a su amigo, “nos dimos a la fuga y nos marchamos por miedo, por si acaso nos perseguía la Guardia Civil”. El joven, acusado de conducir un turismo sin tener carné y a gran velocidad, salió desde la travesía de Baltasar Lobo para saltar a un camino rural por el que transitaban vecinos del pueblo, según la Guardia Civil, y entrar en Cerecinos haciendo maniobras prohibidas y poniendo en peligro a las personas iban por la zona, según la Fiscalía.

A pesar de que el imputado, de iniciales A.A., aseguró que quien iba al volante era el amigo, que también carece de carné, se enfrenta a una condena de 15 meses de prisión y una multa de 4.500 euros por circular sin disponer del permiso porque nunca lo ha sacado y por conducción temeraria. Y es que no dudó en adentrarse en el casco urbano del municipio sin respetar los límites de velocidad con el vehículo de un tío suyo que cogió sin permiso, según la Fiscalía, y con el que fue causando gran estruendo “porque no tiene el tubo de escape”, detalló el joven en el juicio.

El agente de la Guardia Civil que testificó explicó que conoce al procesado y era quien conducía el turismo. Sin embargo, el copiloto cambió ayer su versión y manifestó que era él quien estaba al volante. Lo cierto es que los agentes dieron el alto a los dos ocupantes del turismo cuando sobrepasaron el control de Tráfico a gran velocidad con todo tipo de señales audiovisuales, pero los ocupantes del vehículo prosiguieron su marcha sin hacer caso de los agentes, que decidieron seguirles para detenerles y evitar daños mayores.