La incertidumbre de las últimas jornadas se ha tornado en tranquilidad en el mismo momento de volver a las aulas. Los escolares de Zamora vivieron ayer una particular “vuelta al cole” en mitad de la sexta ola, pero las incidencias fueron muchas menos de las previstas. De hecho, a primera hora de la mañana estaban cubiertas todas las bajas de profesores y maestros que se habían comunicado a lo largo de las vacaciones, aunque los sindicatos temen que esas no vayan a ser las únicas. Precisamente, por tratarse de un periodo no lectivo, el aluvión de ausencias por enfermedad se espera a lo largo de la presente semana. Según datos de la Junta de Castilla y León, ayer mismo se registraron 70 bajas en la docencia en toda la comunidad; una cifra que se prevé al alza.

El regreso a las aulas se ha basado en la presencialidad total a pesar de la pandemia. La Consejería de Educación ha decidido continuar así tras dos cursos de “control” y consciente de que posee un “mecanismo de sustitución rápida”, como son las listas dinámicas que se implantaron el pasado curso tras acordarlo con las organizaciones sindicales. No obstante, estas últimas recelan de que el sistema funcione tan bien como dice la administración y apuntan a que, entre unas cosas y otras, el mínimo para cubrir una plaza es de una semana.

La delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Clara San Damián, ha defendido esa “total normalidad” en el inicio de las clases. Un extremo compartido por los padres durante la primera jornada en las aulas de la provincia. A las puertas del CEIP Gonzalo de Berceo de la capital, César Martín reconocía en el mediodía de ayer que la tranquilidad ha sido “absoluta” y que cada vez se producen menos incidencias en relación al coronavirus.

Hablan los padres E. F.

Una opinión generalizada entre quienes aguardaban la salida de los escolares, como también lo ha sido la aceptación del nuevo protocolo que establece el confinamiento de un aula si hay al menos cinco positivos de un mismo brote, frente a la norma anterior que reducía ese número a un solo contagio. “Era ridículo tener que cerrar un aula porque un crío tuviera el coronavirus, máxime cuando ya hemos visto que la carga viral es muy pequeñita”, expresaba Roberto García.

La máxima entre las familias es que cualquier protocolo será válido siempre y cuando se cumpla a rajatabla. Y es ahí donde muestran más dudas; en cuestiones, por ejemplo, como la ventilación. “Estamos viviendo unos días de temperaturas bastante agradables para la época del año, pero esto va a cambiar y entonces volverán nuevamente los problemas con la apertura de las ventanas”, señalaba Isabel del Caño, quien defendía la gestión que tanto padres y madres como docentes están teniendo que hacer para mantener esa tranquilidad de la que siempre hablan las autoridades políticas.

La sensación es, por lo tanto, de una calma tensa en este regreso a las aulas tras las fiestas navideñas y en mitad de la sexta ola. Pero, desde luego, todo el mundo es consciente de que en cualquier momento la cuerda se puede romper por algún extremo y volver a una situación más preocupante.

El nuevo protocolo exige más de un 20% de contagios para confinar

El nuevo protocolo frente al COVID en esta nueva vuelta al cole establece que únicamente habrá que hacer cuarentenas del aula completa en los centros educativos cuando haya más de cuatro escolares contagiados o más del 20% de los alumnos respecto al tamaño total de la clase. Una medida que han consensuado el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas al objeto de garantizar la presencialidad en las aulas. De este modo, a partir de cinco niños enfermos de COVID se recomienda cuarentena para todo el grupo, frente a la política existente en la actualidad, que reducía a un único contagio esa situación. Todo ello figura ya en la adaptación de las medidas de prevención frente al COVID-19 en centros educativos y en la Guía de Actuación ante la Aparición de Casos de COVID-19. Además, los alumnos vacunados con pauta completa no deberán hacer cuarentena, aunque haya más de cinco casos.

Estas nuevas indicaciones han recibido el visto bueno de los padres, que durante los últimos dos cursos han visto cómo se han producido cuarentenas por un único positivo en el aula, lo que ha derivado en situaciones de confinamiento de toda la familia que a menudo resultaban falsas alarmas. No obstante, la comunidad educativa sigue abierta a nuevos cambios a medida que avance la pandemia y cambien los parámetros de comportamiento tanto del virus como de la estrategia de vacunación que España está llevando a cabo.

TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL CORONAVIRUS EN ZAMORA