El Ayuntamiento de Zamora ha elaborado un Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible que presentará ante los agentes sociales y económicos, la objeto de trazar una estrategia para reducir la emisión de gases contaminantes. El objetivo está cuantificado: en el año 2030, hay que eliminar un 40% del CO2 que la capital expulsa a la atmósfera. Esto, en cifras gruesas, supone hacer desaparecer más de 37.000 toneladas equivalentes de dióxido de carbono. Una ambiciosa operación para la que se requiere la colaboración ciudadana y el compromiso del sector privado.

El concejal de Hábitat Sostenible del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández, ha sido el encargado de presentar este documento estratégico en la lucha contra el cambio climático. Un propósito que prevé reducir las posibilidades de que se produzcan fenómenos adversos en un futuro. De acuerdo con un estudio elaborado por la propia administración local, la capital tiene serio riesgo de enfrentarse a calor extremo, precipitaciones por encima de lo normal, inundaciones y crecidas del río Duero.

Para evitarlo, el departamento dirigido por Fernández ha elaborado una hoja de ruta con propuestas como la instalación de placas solares en edificios públicos, la aplicación de un nuevo modelo de movilidad sostenible, la colocación de puntos de recarga de vehículos eléctricos, la peatonalización de calles o un proyecto de renaturalización de la ciudad que se está llevando a cabo con la Universidad de Salamanca por valor de 2,5 millones de euros.