Un libro sobre educación, “Desarrollo de la competencia lingüística y literaria en la educación primaria”, de Rosa Ana Martín Vegas, fue el germen de la original propuesta con la que Zamora y la localidad salmantina de Villamayor se unieron ayer en la celebración del Día de la Biblioteca, uniendo cultura con ciclismo.

Al no encontrar este ejemplar disponible en Salamanca —ni en Villamayor ni en la Casa de las Conchas—, se pusieron en contacto con la Biblioteca Pública del Estado en Zamora, que les envió el libro por correo. “Dio la casualidad de que la fecha de la devolución coincidía con el Día de la Biblioteca, así que nos pusimos a organizar una actividad que estimulara a los colegios”, explicó Manuel Hernández Leal, bibliotecario del centro en Villamayor. En esta localidad, los centros educativos estuvieron realizando dibujos alrededor del Día de la Biblioteca, que recogieron ayer mismo, antes de salir rumbo a Zamora por la carretera nacional en bicicleta, para recorrer los 62 kilómetros a pedales.

“Llevamos dos años donde todos los servicios públicos hemos estado muy parados por la propia situación del país, los colegios no han podido acercarse a las bibliotecas y había que hacer algo original para reengancharlos”, reconoció el bibliotecario.

La unión de la lectura con el deporte vino gracias a la colaboración de la ciclista Dori Ruano, quien no dudó ni un segundo en unirse a esta iniciativa. “El deporte y la lectura siempre han estado muy unidos en mi caso. Es un gusto que cuenten contigo para este tipo de iniciativas en las que se involucra a los niños”, agradeció.

El grupo ciclista, con Dori Ruano a la cabeza, llegando a la Biblioteca Pública del Estado Emilio Fraile

Y es que tan caluroso como el recibimiento que tuvieron por parte de los responsables de la Biblioteca Pública del Estado a su llegada a Zamora —con avituallamiento incluido para recuperar fuerzas—, fue la despedida que sintieron en Villamayor, de donde salieron a las diez de la mañana tras recorrer los centros escolares de la localidad para recoger todos los dibujos realizados por los alumnos, algunos de los cuales los acompañaron hasta la salida del pueblo para darles ánimos. El grupo había estrenado también un original maillot para la ocasión, donde además de los patrocinadores, se podía leer el lema “Leer mola”, para animar a acercarse a las bibliotecas.

Foto de familia ante la Catedral de Zamora. Bici Zamora

“El recorrido ha sido muy cómodo y tranquilo, además nos ha acompañado el tiempo, aunque al primera hora de la mañana hacía algo de frío”, describió Dori Ruano sobre la experiencia de traer a Zamora un libro en la mochila para devolver a la biblioteca. “Se trataba de divertirnos y hablar en positivo de las bibliotecas y de los servicios que ofrecen”, añadió Hernández Leal.

A su llegada a la ciudad, un grupo de Bici Zamora también les estaban esperando a la entrada del Puente de Piedra para acompañarlos en un recorrido por el casco histórico de la ciudad en bicicleta antes de llegar a las puertas de la biblioteca zamorana.