“Consejera dimisión”. La titular del departamento de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, se convirtió en el principal blanco de la protesta durante la manifestación en defensa de la sanidad pública, organizada por la Plataforma reivindicativa provincial y que concitó en torno a dos mil personas llegadas de toda la provincia en el recorrido desde la plaza de Viriato, donde se encuentra el palacio de la Diputación hasta La Marina, sede de la Delegación territorial autonómica.
Una marcha que tuvo un respaldo político importante, a la que acudió el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, el teniente de alcalde de Benavente, Manuel Burón, el primer edil de Toro y diputado provincial, Tomás del Bien, el de Trabazos y vicepresidente de la Diputación, Javier Faúndez, además de otros muchos regidores (Bermillo y Fermoselle, por citar algunos), de todos los signos políticos, incluido el Partido Popular.
Junto a ellos el protagonismo principal vino de la mano de los movimientos comarcales y municipales que más se han significado por la lucha sanitaria, como Aliste, Sayago, Tera, Litos, Bermillo y Pozoantiguo, aunque también había representación de otras muchas comarcas, como Benavente o Tábara, por citar algunas. Los dirigentes agrarios de COAG y UPA, sindicalistas, partidos y otras organizaciones y ciudadanos a título particular, algunos llegados en los tres autobuses que se fletaron hasta la capital desde distintas comarcas, se sumaron a una protesta que discurrió por cauces pacíficos y sin ningún tipo de incidentes.
Las consignas giraron en torno a las críticas a la consejera de Sanidad y por extensión al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco y al hecho de que sin servicios públicos “Zamora se muere”, a la vez que se reclamó la presencia de médicos en la sanidad rural, la apertura de los consultorios locales y la atención presencial y a ser posible sin que sea requisito imprescindible la cita previa. En la proclama final de la plaza de La Marina, frente a la Delegación de la Junta, sin embargo, los asistentes corearon prácticamente una única consigna, “Consejera dimisión”, jaleados por los portavoces de la Plataforma convocante, Carlos Pedrero y Jerónimo Cantuche.
Reivindicaciones
Las reivindicaciones de la manifestación piden al presidente de la Junta de Castilla y León que retire la propuesta de reestructuración de la Atención Primaria presentada por la Consejería de Sanidad “y centre sus esfuerzos en hacer llegar médicos de familia a la provincia de Zamora de forma urgente. Déjese usted de inventos”. Piden que “modifique la orden de frecuentación de consultas (la que fija con cuánta periodicidad tiene que ir un médico a cada población) y la adapte a las características actuales de la población”. Además solicitan que “cualquier cambio que afronte en el modelo de la atención sanitaria se haga desde el diálogo con todos, también con los pacientes, no imponiéndoselo como hasta ahora”.
Los puntos irrenunciables para la Plataforma se centran en cuatro exigencias. Así “tanto en el ámbito rural como en el urbano es imprescindible que las consultas sean presenciales”. Se debe garantizar “la apertura inmediata de todos los consultorios, incluidos los de los pueblos de menos de 50 habitantes”.
Todos los pueblos, indicó Cantuche, “tienen que tener garantizada al menos una consulta semanal programada, con independencia de su población, y que ningún pueblo quede solamente con la consulta a demanda”. Finalmente la Plataforma reclama “una asignación de personal sanitario suficiente para prestar una Atención Primaria y de urgencias digna y de calidad”.
Una movilización similar se producía este mismo sábado en Palencia.
