“Con la Atención Primaria hay que hacer algo ya, porque así no podemos seguir”. Es la opinión de Hermegildo Marcos Carreras, médico del centro de salud de Corrales y representante nacional de los médicos de Atención Primaria Rural en el Consejo de Colegios Médicos de España (CGCOM).

—¿Qué piensa de los planes de reestructuración de la Atención Primaria?

—Los planes de Castilla y León están enmarcados en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud que ha habido en Canarias, a la que asistieron casi todos los consejeros autonómicos. En el Foro de Atención Primaria, formado por las sociedades científicas de médicos, Pediatría, Sindicato Médico, los estudiantes y el Colegio de Médicos estamos bastante desilusionados. La Atención Primaria ha tocado fondo y pensábamos que iba a salir un plan de acción más concreto y con el presupuesto adecuado. Pero lo que han vendido, una vez más es humo y estamos desilusionados porque hay tres puntos, pero muy vagos, sin presupuesto ni fechas.

—¿Y en Castilla y León?

—Con todo el tema político que hay están empezando. La semana pasada llamaron a los colegios profesionales, y no acudieron la mayoría de los presidentes de los Colegios de Médicos. Pensamos que hay que hacer algo pero que está aún en pañales, en el aire.

—¿Qué se debería hacer a su juicio en la Atención Primaria?

—El plan actual de la Junta es bastante inconcreto y se tiene que repensar. Hay que hablar con todos los actores, ayuntamientos, asociaciones civiles, vecinos, colegios profesionales… Yo lo veo todavía bastante en el aire. Pero es cierto que hay que hacer algo porque el actual modelo lleva ya muchos años, la población ha disminuido en los núcleos rurales, hay más despoblación y por tanto hay que adaptarse a la demografía actual. Y teniendo en cuenta los médicos y enfermeras que hay. Hay estudios que dicen que el 27% de los médicos tienen más de 60 años y de los médicos de familia el 63% tienen más de 50 años, aunque los pediatras de Atención Primaria son más jóvenes. Es un problema que tenemos al que hay que dar solución. Los números son los números y las cosas hay que hacerlas con pragmatismo y bases reales, no podemos plantear algo irrealizable. Los profesionales son los que están, entonces hay que aprovecharlos, racionalizar el trabajo, suprimir la burocracia, dotarles de medios para que sean más resolutivos, porque si la Atención Primaria trabaja bien y tiene medios no se sobrecargan los hospitales. Se ha visto en la quinta ola, que la sobrecarga ha recaído en Atención Primaria, porque se ha visto afectada mucha gente, pero como no han ido, afortunadamente, porque eran casos más leves, todo el trabajo ha quedado en nuestro nivel.

—¿La falta de médicos se puede suplir con reorganización de los efectivos?

—El tema de la falta de médicos se venía hablando desde hace tiempo. A largo plazo se podría incrementar la formación con tutores para la formación MIR en primaria. Hay otras fórmulas, como contratar a médicos sin especialidad para trabajar en Atención Primaria, con la que no estamos de acuerdo: a nadie se le ocurriría, si faltan oncólogos, contratar a un médico sin especialidad para tratar a pacientes de cáncer. Como mucho sería aceptable para resolver un problema concreto. En Galicia se hablaba de un MIR específico para Medicina de Familia, porque la realidad es que hay médicos en paro. Otra opción es redistribuir mejor los médicos que hay porque faltan sobre todo en el medio rural, más que en las ciudades.

—¿Defiende la atención presencial en todos los consultorios locales?

—La población de los pueblos es mayor, con muchas patologías y dificultades de desplazamiento, porque muchas veces ni puede utilizar el carné de conducir. Y los transportes públicos, cuando los hay, no les sirven para ir al médico. Entonces, hay que ir a los consultorios locales, sin ninguna duda, pero de forma racional.

—¿A qué se refiere?

—No ir cuando no haya nadie o para hacer un trámite administrativo. Para hacer una receta, por ejemplo, no te puedes desplazar a lo mejor 15 o 20 kilómetros, que supone ida, vuelta y estar allí para cosas que se pueden hacer por teléfono. Hay que aprovechar los medios que hay y lo que se pueda hacer de forma telemática, como las recetas o el seguimiento de algunas patologías hacerlo así, pero seguir yendo presencialmente a los pueblos, eso por supuesto, sin ninguna duda. La frecuentación, cuántos días hay que ir, habría que racionalizarla, ir cuando es necesario.

—¿Qué carencias tiene principalmente la Atención Primaria rural?

—Fundamentalmente personal, no tenemos las plantillas adecuadas. Y un problema es el tiempo de espera que quizá no ocurra tanto en Zamora, pero hay sitios por ahí donde los pacientes tienen 20 días de demora en Atención Primaria, y eso no puede ser. Y por supuesto, la sobrecarga asistencial que se puede evitar bastante con la disminución de la burocracia.

—Entonces está de acuerdo con el plan de la Junta, con la filosofía por lo menos.

—Yo con lo que estoy de acuerdo en que hay que hacer algo, pero con esas premisas, adecuar los recursos a los tiempos y la demografía, ser realistas, hacer las cosas con los pies en el suelo, y contar con todos los sectores implicados. Es indudable que hay que hacer algo y optimizar recursos, porque así no podemos seguir. Y hay que hacerlo bien, con el acuerdo de todos los partidos políticos y a favor de todos, no en contra de nadie.

—¿Cómo haría más atractivo que los médicos se vayan a los pueblos?

—Hay fórmulas para hacerlo más atractivo, por ejemplo, a un médico que vaya a puestos de difícil cobertura les puedes dar incentivos económicos, días para formación continuada en el hospital, horarios para la conciliación de la vida laboral y familiar. Pero no le puedes primar con algo que vaya en contra de otros compañeros.