Participaron en la iniciativa “Tejiendo por la España Vaciada” que se desarrolló este pasado julio en Videmala y de ahí surgió la idea de hacer algo similar en la capital. Así que las águedas de San José Obrero se pusieron manos a la obra y llamaron a varias puertas —desde la asociación de vecinos hasta el Ayuntamiento— que se les abrieron de par en par para dar carta blanca a esta nueva forma de decorar el barrio. “Tenemos muchos murales de pintura, pero queríamos algo diferente, como un mural de ganchillo”, explica la presidenta de la agrupación de mujeres, Pilar Esteban.

La plaza de la Encomienda, con las participantes. | Ana Burrieza

Ayer por la tarde se reunieron alrededor de veinte personas en la plaza de la Encomienda para tejer en compañía. “Haremos más cuadros en casa, pero la idea es salir a la calle al menos un día a la semana para que los vecinos nos vean y se animen a participar”, invita.

El gran mural de hilos de colores que se confeccione servirá para decorar la fachada de la iglesia del barrio. “El párroco está encantado con la idea, le parece algo muy especial”, agradece la presidenta de las águedas de San José Obrero, quien todavía no adelantar el motivo que elaborarán con las piezas que vayan cosiendo día a día. “Será un dibujo muy especial”, apunta con misterio.

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Mural de ganchillo en San José Obrero