El acceso a afectivo a través de las farmacias, ante el cierre de oficinas bancaria y de cajeros automáticos, beneficiaría a un buen número de pueblos de la provincia de Zamora y sería positivo para las provincias menos pobladas de la comunidad, según un trabajo de la Universidad Católica de Ávila (UCAV).

La actual evolución del sector bancario y su reestructuración da paso, en algunos casos, al cierre de sucursales bancarias, fusiones o cierres de cajeros automáticos, entre otros. Por ello, Elena Ahijado, alumna del Grado en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad Católica de Ávila, ha analizado el acceso al dinero en efectivo en las provincias menos pobladas en Castilla y León.

En el extenso trabajo y anexo desarrollado en el estudio, se analiza la circulación de dinero en efectivo en las provincias menos pobladas de Castilla y León (Ávila, Segovia, Soria, Zamora y Palencia). Para ello, se debe tener en cuenta la edad media de la población.

Entre las conclusiones, como se informa en nota de prensa, se observa cómo el número de cajeros automáticos es el factor con mayor peso en este cálculo, suponiendo un gran descenso del índice el cierre de estos. Ejemplo de ello se ha visto reflejado en la capital abulense donde se han cerrado aproximadamente 10 de ellos entre el año 2020 y 2021. Zamora está entre las provincias que más oficinas bancarias ha perdido de todo el territorio nacional.

Por otro lado, el continuo incremento de puntos retirada de efectivo producirá aumentos a largo plazo del índice de personas con acceso a dinero. Su función es obtener dinero al realizar un pago mayor con tarjeta al correspondiente por esa compra, recibiendo lo restante en efectivo.

Además, se baraja la posibilidad de incluir las farmacias como establecimientos con este fin, incrementándose en este caso el índice en la unidad por cada una de ellas.

Tomando estas cinco provincias castellanoleonesas (Ávila, Segovia, Soria, Zamora y Palencia) analizadas, la inclusión de las farmacias con el fin de seguir potenciando el dinero en efectivo, repercute positivamente.

Todas estas provincias cuentan con una población con elevada media de edad que no cuenta con gran habilidad en el uso de las nuevas tecnologías que actualmente se tratan de potenciar a la hora de realizar pagos y gestiones administrativas.

Como ya publicó este diario, Zamora es la provincia que más sufre la exclusión financiera y Castilla y León la comunidad más afectada. Un informe del Banco de España asegura que 371.366 castellanoleoneses no tienen posibilidad directa de obtener efectivo, lo que supone el 15,6% de la población. En España, el dato global es de 1,18 millones de personas en esta situación, el 2,5%.

Castilla y León es así la “más vulnerable” en el acceso al dinero en efectivo de su población tras el cierre continuado de sucursales en los últimos lustros, que han dejado la cifra en 3.795 oficinas.

El 27,8% de los zamoranos no cuenta con una entidad bancaria en su localidad para poder acceder al efectivo. O lo que es lo mismo, 47.354 habitantes de la provincia, casi uno de cada tres, debe utilizar un vehículo para salir del municipio y llenarse el bolsillo.