“Las mujeres somos las dueñas de la palabra y de la memoria”, afirma la narradora Ana Griott —nombre artístico de la leonesa Ana Cristina Herreros—, quien compartirá esta noche (22.00 horas) escenario con la zamorana Victoria Gullón en el interior del Castillo para hacer disfrutar al público del espectáculo Noches de Filandón, una oportunidad de descubrir o recordar aquellas historias que han sido transmitidas por varias generaciones de mujeres a lo largo de los tiempos.

El nombre de filandón viene del verbo filar, que en leonés significa “hilar”. Las mujeres se reunían en casas en las zonas de Sanabria, León e incluso Asturias en invierno para esta labor, mientras cantaban y contaban historias. Una costumbre que Griott asegura que no se ha perdido. “Antes hilaban, luego cosían y en la actualidad comen pipas, así que se puede decir que se sigue haciendo, se continúa contando historias y la tradición están más viva que nunca”, ríe. “Se trata de una excusa para reunirse mientras se hace algo, porque siempre ha estado mal visto que las mujeres estén ociosas. Ya se sabe que el ocio es la madre de todos los vicios. Lo contrario de ocio es el negocio, un terreno en el que a las mujeres no se les ha dejado entrar durante mucho tiempo”, lamenta la narradora leonesa.

La narradora Ana Griott Cedida

Pero esa situación también ha propiciado que sean las mujeres las que se adueñen de estas historias que siguen de actualidad. “La verdad es que no cambian mucho, porque los cuentos hablan con el mismo lenguaje que los sueños, el lenguaje de lo simbólico, que es universal y atemporal”, describe.

Ana Griott estará acompañada por Victoria Gullón, a la que le une una gran amistad forjada a raíz del romancero. “Ambas pertenecemos a la primera hornada de narradoras, allá por el año 92”, rememora la leonesa, quien realizó su tesis doctoral sobre el romancero. “Una de las informante fue precisamente la madre de Victoria, natural de Ferreras de Abajo, así que se puede decir que existe literatura oral en este pueblo zamorano”, justifica la narradora, quien anima al público a adentrarse esta noche en el interior del Castillo de Zamora para disfrutar de una cita con la tradición, la literatura y la magia de la palabra. “Se darán cuenta de que contamos historias que se podrían escuchar en cualquier casa, a poco que uno se decida por prestar atención a cualquiera de las personas mayores que la habiten”, afirma la artista.

Desde la organización —que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Zamora, dentro del programa Verano Cultural—, otra conocida narradora, Charo Jaular, espera que esta sea la primera edición de muchas otras, previendo que el público disfrutará de una velada “llena de complicidad y humor”, así que, de cara a nuevos encuentros, ya están pensando en que los espectadores tengan un papel más activo y puedan participar con sus propias historias.