Los 180 vecinos del barrio de Carrascal podrán volver a recibir atención médica en su centro de salud en los próximos días y con la periodicidad con la que venían siendo asistidos antes de la pandemia, una vez a la semana, según ha anunciado la delegada de la Junta de Castilla y León, Clara San Damián. El barrio solo ha contado con la asistencia directa de la enfermera en el último año presidido por el coronavirus, que no ha dejado de acudir durante el periodo del estado de alarma.

La gerencia del Sacyl ya ha contactado con el facultativo para que incluya esta zona de la periferia de la capital en su agenda programada y que los habitantes de Carrascal puedan dejar de tener que trasladarse hasta el municipio de Villaralbo, que supone un problema por la distancia a la que está y la falta de un transporte público. “Ese centro de salud nos queda a 16 kilómetros del barrio ”, explicaba ayer el recién reelegido presidente de la Asociación vecinal, Juan Manuel Pozo Álvarez.

El presidente de la asociación solicita la agilización de la reposición del médico que prestando su servicio en el barrio, una reivindicación a la que desde la Delegación de la Junta de Castilla y León en Zamora “se nos dijo que era muy razonable y que se iban a solucionar”. San Damián, en esa misma línea, sostiene que así se ha hecho ya desde gerencia, tras la reclamación que se les llegó hace varios meses.

La máxima representante del Gobierno de la Junta en Zamora ha sido contundente al aclarar que “la presencia médica en el centro de salud está garantizada”, al tiempo que puntualiza que Sanidad derivó a parte de los empadronados en el barrio al centro de salud de Puerta Nueva, en la margen derecha de la capital, que se sitúa a unos seis kilómetros de Carrascal. Los habitantes del barrio propusieron también como alternativa a Villaralbo el centro de salud de Parada del Molino, pero sin éxito.

Pozo Álvarez pide que “si el médico no quiere desplazarse hasta Carrascal, al menos, que se nos derive a los centros de salud de la capital” más próximos, los dos mencionados, una vez que el estado de alarma y las medidas restrictivas por motivos sanitarios ya se han aligerado, tal y como ya expusieron en la Delegación.

“Los vecinos consideramos razonable que se agrupara a pacientes de distintos centros de salud por la pandemia”, pero las circunstancias ya no son las mismas y “ya la paciencia se va colmando”, agrega el representante vecinal que confía en que la Junta pueda atajar el problema cuanto antes.

El malestar que ha levantado el desplazamiento a Villaralbo durante más de un año para acudir al médico es más que patente entre los censados en el barrio, que están dispuestos a recoger firmas, incluso “los vecinos piden salir a la calle” para exigir que su centro de salud vuelva a funcionar con una consulta médica a la semana, como hasta antes de que irrumpiera el COVID-19.

Precisamente, una de los motivos por los que Carrascal pasó a anexionarse a Zamora, para pasar a formar parte de la capital como un barrio más, y optó por perder su condición de municipio hace unos 50 años, fue para que sus habitantes pudieran contar con una atención médicas más adecuada.

Esta es una de las principales preocupaciones del barrio, además de la escasa limpieza de sus calles, una competencia del Ayuntamiento de Zamora que lleva tiempo siendo objeto de crítica por parte de los habitantes del alejado barrio capitalino sin que por el momento se les haya tenido tampoco en cuenta, apunta Pozo Álvarez.