La torre de la iglesia de San Vicente se someterá a una restauración integral después de que en los últimos años se hayan convertido en frecuentes los desprendimientos de cascotes desde su parte superior. El mal estado de conservación de las cornisas e impostas ha provocado la caída al suelo de trozos del monumento, lo que supone un auténtico peligro para los viandantes. Igualmente, el chapitel que la corona necesita reparaciones urgentes, con la complicación de ser un elemento de muy difícil acceso. Todo ello ha derivado en la redacción de un proyecto para intervenir en esta parte del templo y ejecutar unas obras que llevarán el sello de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León. El arquitecto Marco Antonio Martín Bailón es quien lo firma y el cálculo que es que los trabajos se demoren durante cuatro meses.

Una intervención de altura Luis Garrido

La intervención en la torre de la iglesia de San Vicente, considerada como una de las más completas de todo el románico zamorano, se dividirá en diferentes pautas para tratar de respetar al máximo el conjunto. El proyecto ha detectado no pocas deficiencias, como por ejemplo “una disgregación en las molduras de las impostas y cornisas” que provocan desprendimientos a la calle “cuando se presenta una tormenta o un vendaval. Además, existe en el chapitel un nido de cigüeña “grande y peligroso” en el faldón sureste que deberá ser retirado a la hora de proceder con los trabajos. Respecto al husillo, a pesar de que se encuentra en buen estado en líneas generales, sí se aprecia una “degradación exagerada” en los peldaños, siendo los más afectados de entre veinte y treinta centímetros.

El proyecto, por lo tanto, plantea una restauración de la cubierta de la torre, para la que habrá que retirar el citado nido de cigüeña y proceder a desmontar las lajas de pizarra de los faldones del chapitel. Tras consolidar las tablas en mal estado, se aplicará una tela impermeabilizante autocicatrizante sobre ellas antes del remate. Por otra parte, el documento contempla la “sustitución puntual de cornisas e impostas labradas en los años 50 en piedra ahora meteorizada”, así como la “reconfiguración de las aristas y colúmenes de la torre mediante la combinación de injertos pétreos y reconstrucción con mortero de la restauración”. De cara a la protección de los vanos de las campañas, se dispondrá una malla de nailon anti pájaros clavada a junta de sillares. Además, está prevista la recuperación del solado histórico en la cámara del Nivel 1 y la limpieza y consolidación del husillo, con sustitución de piezas puntuales en los peldaños.

Una intervención de altura Luis Garrido

Cabe recordar que la restauración de la torre ya fue propuesta en el Proyecto Cultural Zamora Románica en 2011, aunque tan solo llegó a ejecutarse la intervención en la fachada y portada oeste en el año 2013. “Este proyecto, por tanto, supone la actualización de aquel; el equipo redactor es el mismo que desarrolló las tareas técnicas del Proyecto Cultural y con motivo de la revisión, se ha incorporado al ámbito de actuación los cuerpos interiores de la torre y se han revisado y comparado los estados de conservación actuales y los de aquel momento”, tal y como dicta el documento.

Una intervención de altura

La torre de la iglesia de San Vicente ha sufrido desprendimientos en los últimos años, siendo los más importantes los ocurridos en los años 2013, 2018 y 2020, que obligaron a intervenir a los bomberos. No obstante, como señala el propio proyecto, hay que remontarse hasta principios de la década de los cincuenta del siglo pasado para contemplar la primera de las reparaciones recientes. En aquella ocasión, se ejecutó un proyecto de restauración de la torre con reposición de piezas de las impostas, sillería y chapitel. Y fue en 2013 cuando se intervino por última vez dentro del Zamora Románica, aunque en aquella ocasión los trabajos se circunscribieron a la portada y fachada oeste, en unas obras que realizó la empresa Rearasa. Ahora, este proyecto completará esa propuesta ya materializada.