Los zamoranos residentes fuera de la comunidad autónoma ya conocen el manual de instrucciones que deberán aprenderse si quieren regresar a sus raíces durante la próxima Navidad. Para empezar, tan solo está permitida la entrada a Castilla y León a familiares o personas que vuelvan a su residencia habitual, de manera que se deja fuera de la ecuación al polémico grupo de los allegados. Además, los viajes solo se podrán realizar en dos ventanas concretas: del 23 al 26 de diciembre y del 30 de diciembre al 2 de enero. Y para concluir, una vez en Zamora, hay que tener mucho cuidado con las reuniones; y es que el máximo se fija en diez personas a la mesa, pero deben ser dos únicas unidades de convivencia.

Las medidas diseñadas por la Junta de Castilla y León, que ayer mismo dio a conocer el presidente Alfonso Fernández Mañueco, encuentran un claro damnificado, que es el grupo de los allegados introducido por el Gobierno de España. Nadie dentro de esa nomenclatura, signifique lo que signifique, debería entrar en la comunidad autónoma para celebrar las fiestas. Pero, ¿qué es realmente un allegado?

La pregunta del millón encuentra dos respuestas y serán los zamoranos quienes deban decidir qué hacer con ellas. Para la consejera de Sanidad, Verónica Casado, el concepto de allegado “alguien sin vínculo familiar, aunque cercano, que cada uno debe abordar con coherencia”. Para el ministro de Salvador Illa, es alguien con el que se tiene una “afectividad especial”.

Control de vehículos en la capital. | L. O. Z.

Definido, o no, el concepto de allegado, los más de 131.000 zamoranos que residen fuera de la provincia tendrán que ajustar su plan de viaje a la normativa impuesta por la administración regional. Y es que tan solo podrán traspasar los límites de la comunidad autónoma del 23 al 26 de diciembre y del 30 de diciembre al 2 de enero, estando vigente el cierre perimetral el resto de días como ha ocurrido hasta el momento. Una restricción que permanecerá impuesta hasta el 10 de enero, según ha anunciado Alfonso Fernández Mañueco, con el objetivo de reducir al máximo los riesgos de cara a una cada vez más temida tercera ola de coronavirus.

En el momento de pisar tierra zamorana, los familiares de regreso tendrán que analizar muy bien cuántas personas y quiénes se pueden sentar a la mesa. La Junta de Castilla y León ha limitado el número para las reuniones sociales a diez personas, que además deben pertenecer a dos únicas unidades de convivencia. En un ejemplo práctico, una familia de cuatro miembros en la que los hijos vivan de manera independiente, estaría incumpliendo la normativa si se juntan, al entenderse que se trata de tres unidades de convivencia completamente diferenciadas. Esta normativa regirá para los encuentros de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo.

El toque de queda se mantendrá a las 22.00 horas, aunque de manera excepcional se ampliará en Nochebuena y Nochevieja hasta la una y media de la madrugada para permitir el regreso al domicilio en el caso de cenar fuera. Y respecto a la hostelería, deberá estar cerrada también a las diez de la noche, como lleva ocurriendo desde principios del mes de noviembre.