El Colegio de Farmacéuticos de Zamora ha suspendido los actos de celebración de la patrona, la Inmaculada Concepción, que tienen lugar cada año en su día oficial, el 8 de diciembre. Los actos habituales en Zamora en los últimos años han consistido en una misa en recuerdo de los colegiados fallecidos y una comida o cena de hermandad en la que se entregan insignias y medallas a los colegiados entrantes y a los que cumplen 70 años y varios sorteos.

Este año la crisis sanitaria derivada de la COVID-19 imposibilita cualquier celebración con asistencia masiva de público. A esto se suma la responsabilidad autoimpuesta de los farmacéuticos para seguir siendo los sanitarios más cercanos paciente, y mantener sus farmacias abiertas, con esa “cruz de la farmacia que nunca se apaga” (uno de sus lemas durante la crisis sanitaria). “Como profesionales sanitarios no debemos correr riesgos innecesarios que pongan en peligro la atención farmacéutica a la sociedad zamorana, como servicio esencial y básico que es”, ha expresado su presidente, Juan Prieto Corpas. Pero para que no todo sean sinsabores, el Colegio de Farmacéuticos ha decidido enviar a cada colegiado un detalle, en conmemoración de su patrona y como pequeño gesto de agradecimiento por su trabajo diario y, en especial, desde el inicio de la pandemia.

Este detalle consiste en un pequeño lote de productos de Zamora, en un intento de aportar grano para hacer granero en la sociedad zamorana, colaborando al sostenimiento de la economía provincial. Cada lote se presenta en un estuche serigrafiado que ha sido fabricado por la Fundación Personas de Zamora y serán enviados a los colegiados en colaboración con los almacenes de distribución con sede en Zamora (Bidafarma Zamora y Cofares Zamora) a los que agradecemos su siempre atenta colaboración.

El sobrante del presupuesto que estaba dedicado a estos actos de celebración será donado a organizaciones benéficas de la provincia, en este caso Caritas Diocesana, a Cruz Roja Española de Zamora y al Banco de Alimentos de Zamora. Los farmacéuticos han realizado un esfuerzo durante la pandemia para seguir dando una atención farmacéutica de calidad, informando a la población con rigurosidad, facilitando el acceso a otros niveles asistenciales en colaboración con el resto del equipo sanitario.