Nunca San Atilano había visto el acceso al camposanto y sus pasillos centrales tan vacíos, el miedo a los contagios ha dejado el aforo habitual de otros años reducido a una cuarta parte. "Pensamos que vendría mucha más gente", afirman los empleados municipales afanados en preparar una tumba para un próximo entierro. "Nunca he visto tanta tranquilidad aquí en un día como hoy", comentaba una mujer al abandonar el cementerio.

Las concentraciones de personas han dado paso a "un goteo constante de visitantes, repartido en dos semanas, tanto por la mañana como por la tarde". Igual que en esta mañana primaveral, con la llegada paulatina, pero continuada, de zamoranos que recuerdan a sus muertos. 

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Las imágenes del Día de todos los Santos en el año del coronavirus

Las floristerías han trabajado prácticamente como otros años, pero con más pedidos telefónicos, muchos con encargo de que el propio establecimiento llevara las flores a las tumbas y nichos de los clientes a San Atilano, sobre todo, "centros y claveles", los más apreciados porque se marchitan más tarde. Los pedidos se han acumulado del 28 al 30 de forma especial, indican desde las floristerías. 

El comentario generalizado de los zamoranos que llegan ordenadamente al camposanto es el mismo : "este año no hay nada de jaleo" , "nunca había visto un día de Los Santos así ". Antes del Covid, varios miles de personas traían flores a sus seres queridos y formaban incluso atascos.