Una mujer sale de una tienda situada en Fermoselle. | Emilio Fraile

La Diputación de Zamora tiene entre ceja y ceja la idea de convencer a las instituciones nacionales y europeas para contar en la provincia con un Centro de Innovación Digital vinculado a la economía del envejecimiento, o “silver economy”. Este espacio, que generaría “bastantes puestos de trabajo” en la zona, serviría como punto de asesoramiento y apoyo para las empresas que quisieran emprender una tarea de digitalización, según explicó el presidente de la institución, Francisco José Requejo.

En ese sentido, el dirigente de Ciudadanos apuntó que el centro de innovación funcionaría a modo de “ventanilla única” y estaría especialmente orientado a las pymes de ese sector de la economía del envejecimiento que constituye una de las prioridades de las políticas de la Diputación para tratar de dinamizar la provincia. “Es una parte de la estrategia de la ‘silver economy’”, remarcó Requejo, que destacó la relevancia de que las Cortes hayan respaldado la iniciativa de Zamora como ya hicieron con la de León: “Es importante no partir con desventaja”, indicó.

Todo apunta a que la Junta de Castilla y León conservará la ambigüedad en este asunto, al menos en público. Así lo manifestó hace unos días el vicepresidente autonómico, Francisco Igea, que explicó que el Ejecutivo regional “mantendrá una estrategia que beneficie a los dos”, Zamora y León: “Hay que actuar con inteligencia, porque el planteamiento europeo no permite dos apuestas”, añadió el dirigente de Ciudadanos, sin aclarar más este asunto.

En todo caso, el plan de la Diputación sigue adelante, y Requejo continúa convencido de que el proyecto de Zamora “es más amplio que el de León”. Además, la provincia cuenta con apoyos potentes, como Indra o Correos, y la institución provincial no descarta acudir directamente a Bruselas para promocionar un proyecto que pretende unir con otra iniciativa ya en marcha: la instalación de un parque científico en el entorno de la Aldehuela.

Todo apunta a que este proyecto saldrá adelante ocurra lo que ocurra con el centro de innovación, pero la consecución de ambos objetivos facilitaría “oportunidades para la gente joven”, beneficios en la creación de empresas, y estímulos para que los investigadores relacionados con el sector puedan quedarse en Zamora.

Cabe destacar que la intención de la Diputación Provincial es que las instalaciones del parque científico estén listas para empezar a funcionar a mediados de 2021, siempre y cuando se cumplan los plazos marcados para las necesarias obras de renovación. Por lo pronto, lo que ya está cerrado es el acuerdo con Braganza para colaborar en un “intercambio de talento” que también implica a la Universidad de Salamanca y a la futura implantación de estudios vinculados a la robótica.

De este modo, Francisco José Requejo y su equipo pretenden crear una serie de “sinergias” en torno a la estrategia de la “silver economy” para que todo el negocio relacionado con el cuidado de mayores tenga en Zamora su referencia a nivel europeo.

Requejo desconoce por el momento los plazos que se manejan para la decisión definitiva sobre el Centro de Innovación Digital, aunque aclaró que no espera una comunicación definitiva antes del año que viene. Mientras tanto, el presidente de la Diputación recordó la importancia de “moverse bien” el los espacios de decisión para traer a Zamora un elemento dinamizador para la economía.

EL PUEBLO “ROBOTIZADO” ESTARá EN LA ZONA FRONTERIZA

La Diputación mantiene la idea de “robotizar” un pueblo para aplicar un “plan piloto” de asistencia vinculado a la inmersión de Zamora en el desarrollo de la “silver economy”, o economía del envejecimiento. El proyecto sitúa la “automatización” como “una oportunidad” que, eso sí, deberá contar con el respaldo de fondos europeos, como indicó Francisco José Requejo, que aclaró que el equipo de Gobierno ya tiene varias zonas identificadas para llevar a cabo este proyecto, todas ellas entre Aliste, Sayago y Sanabria.

La idea es actuar en un núcleo pequeño que permita la implantación del sistema de manera más cómoda. Una vez escogido el emplazamiento más idóneo, el primer paso sería “monitorizar” la actividad de sus habitantes a través de la instalación de cámaras y del establecimiento de un sistema de alertas que se derivaría a una central, instalada en el propio pueblo, y donde habría personal sanitario para atender las necesidades de la población de manera inmediata.

Con la vista puesta en este proyecto, la Diputación ya se puso en contacto hace meses con la empresa que le ayudará a lanzar una iniciativa que pretende que las personas mayores puedan residir de forma segura en sus propios domicilios, y mantener a la vez las máximas garantías de asistencia a través de un control estricto de sus movimientos, siempre de forma voluntaria.