El grupo de Coros y Danzas Doña Urraca celebra este sábado su octavo festival nacional en el Teatro Ramos Carrión de Zamora, una esperada cita anual que este año 2020 se ha visto afectada por las restricciones originadas por la pandemia y en la que solo participara otro grupo, la Asociación Cacereña de Folklore “El Redoble”, de Cáceres. “Será una versión reducida de nuestro festival, pero no se reduce la calidad ni las ganas”, explica el director del grupo, Miguel Santos.

La intención de este festival, según añade, “es dar un soplo de positivismo, demostrar que la cultura es segura y que tiene que seguir teniendo visibilidad”. El aforo para disfrutar de este espectáculo se reducirá a 200 personas y es necesario contar con una invitación, que pueden ser retiradas en la sede del grupo, de lunes a jueves de 18.30 a 20.00 horas.

Además, con la organización de este encuentro, el grupo también quiere agradecer la buena respuesta de los alumnos ante el reinicio de la actividad del curso ya que “aunque hemos tenido menos matrículas, 192 frente a las 283 del año pasado, el descenso ha sido menor de lo que esperábamos”, destaca Santos. A mayores, el director del grupo resalta la admirable actitud de los alumnos, “que no se quejan de llevar mascarilla ni del resto de medidas y están demostrando que tenían muchas ganas de bailar y que se acuerdan de todo”.

La propia dinámica de las clases también se ha visto alterada por la situación sanitaria, en las que se han adaptado los bailes para sustituir los agarrados y prescindir de las muestras de afecto que incluían algunas coreografías, como abrazos. A mayores, se han desdoblado dos de los 17 grupos de alumnos formados este curso, de los que 12 son de niños y 5 de adultos. En cumplimiento de los protocolos sanitarios, las clases respetan descansos de 15 minutos para su limpieza y desinfección”.

Otra de las repercusiones que deja la actual situación de crisis sanitaria es la cancelación de los actos programados con motivo del 65 aniversario de la fundación del grupo zamorano. “Teníamos muchas cosas previstas, como una actuación de antiguos alumnos, una exposición y unas jornadas sobre el bolero, pero tendremos que dejarlo para el año que viene”, señala resignado Santos. Un festival infantil es otro de los actos que se ha visto obligado a cancelar el grupo, que también ha visto mermado su número de actuaciones durante los últimos meses.