La “interminable” cuarentena ha sido la responsable de que el Centro Zamorano de Buenos Aires se planteara nuevas actividades en la institución de manera virtual, puesto que sus puertas llevan cerradas desde el pasado 20 de marzo. “Para seguir en contacto con los asociados, hemos tenido que ser mucho más creativos, así que hemos creado una nueva página web, realizada por miembros de la directiva, y convocado a los asociados a subir fotos antiguas de todo tipo, que tuvieran relación con Zamora”, explica el presidente, Alfredo Miranda.

Ese material ha sido utilizado para elaborar un vídeo que resultó un auténtico éxito, por lo que han seguido más propuestas, como comenzar a compartir recetas de la tierra. Por esas fechas llegó a sus manos una estadística del padrón de españoles residentes en el extranjero (PERE), “donde se informaba de que hay algo más de 56.000 castellanos y leoneses en Argentina y 23.000 zamoranos en el exterior fuera de España. No obtuve los datos de los zamoranos en Argentina, pero, por los porcentajes, tiene que ser un número bastante importante. De ahí que planteara a la directiva del centro la idea de salirlos a buscarlos y ver dónde están, dónde viven”, resume Miranda.

Este ha sido el germen de la convocatoria internacional que han promovido, buscando la ayuda de todos aquellos que tengan información al respecto. “La propuesta no es solo para los zamoranos, sino también para sus hijos y sus nietos”, explica. La respuesta no se hizo esperar y en las primeras 24 horas tenían 6.500 interacciones de la convocatoria y más de 800 “likes”, además de haberse compartido más de 400 veces. “Sinceramente, no esperábamos tener tanta aceptación y ya acumulamos 120 correos con datos de zamoranos o descendientes, muchos en Argentina, pero también en Uruguay, México, Cuba o Rumanía”, pone como ejemplos.

Los colaboradores aportan el nombre y apellido de la persona, su correo electrónico y su dirección actual al mail centrozamoranodebuenosaires@gmail.com, explicando si son zamoranos originarios o descendientes. “Les solicitamos también si nos pueden enviar alguna historia de vida, por qué emigraron, qué actividad hicieron o hacen en la actualidad y si tienen fotos que quieran sumar. Lo que más nos llamó la atención fue la cantidad de gente que nos escribió pidiéndonos información sobre algún pariente que no ven desde hace muchos años, o que saben que su abuelo emigró, pero desconocen qué fue de él. Es asombroso cómo la gente trata de ubicar sus raíces”, se sorprende.

La organización ya ha reunido más de un centenar de relatos

Hasta la fecha, cuentan ya con cerca de 120 historias. “La mayoría son de hijos o nietos emigrantes, pero también nos han escrito zamoranos originarios de Argentina, Cuba, Uruguay o Chile. Los originarios son todos bastante mayores, pero son los que más interactúan contando sus historias de vida, que son hermosas. Y aunque la mayoría son muy sufridas por las circunstancias de la emigración y el abandono de su tierra, les gusta contarlas y compartirlas”, agradece.

Por su parte, el Centro Zamorano de Buenos Aires sube estas historias a las redes sociales para ayudar en la búsqueda a estas personas. “Hasta ahora, pudimos relacionar a tres de ellas, es muy gratificante poder ser el puente de estos encuentros”, asegura. Aunque no saben a ciencia cierta cuántas personas estarán en situaciones similares, estima que, basándose en los registros del PERE, habría cerca de 23.000 fuera de España.

El objetivo de esta singular iniciativa está claro. “La idea es saber dónde viven estos zamoranos o descendientes. Nos interesa mucho los de Argentina, que son con los que podemos interactuar más fácilmente, compartir vivencias, inquietudes y lograr que formen parte del Centro Zamorano, ya que esta es la casa de todos ellos desde hace 97 años. Y tal vez poder hacer algún día un registro de ellos y sus historias. Sabemos que hay muchas bibliografías maravillosas sobre el tema, pero nunca viene mal actualizarse y por ahí encontrar perlitas o dar una mano a gente que busca sus raíces”, aspira.

Todo este material servirá también para nuevos proyectos, aunque, de momento, tendrán que ser de forma virtual. “No creo que este año se pueda hacer nada de manera presencial”, lamenta el presidente. “Se está trabajando en exposiciones de arte y fotografía, presentación de danzas típicas y algún recital vía streaming”, adelanta. Mientras tanto, seguirán compartiendo vivencias a través de las redes. “El Centro Zamorano cuenta hoy con más de 2.700 seguidores, así que es un buen punto de partida”, confía.