Durante la etapa de confinamiento las personas cambiaron sus hábitos cotidianos, como por ejemplo la forma de alimentarse, la forma de relacionarse con los demás o la dificultad de practicar deporte en casa. Una de las consecuencias fue ganar unos kilos de más y la dejadez en la apariencia físicas. Ahora que se puede hacer vida “normal” los zamoranos quieren verse más guapos y acuden a los centros de estética en busca de ayuda. Los tratamientos más demandados son los relacionados con la pérdida de peso, las inyecciones de vitaminas faciales y “peelings” a causa de tener que llevar mascarillas durante mucho tiempo, la eliminación de varices o los rellenos de ácidos hialurónicos en la nariz y en los labios.

Hay personas que prefieren ser discretas y ocultar el reciente cambio estético. Y es que cualquier procedimiento de este tipo que afecte, aunque sea ligeramente, a zonas que chocan a primera vista, pueden disfrazarse fácilmente por la utilización de mascarillas. “Sí que hemos notado un incremento de solicitudes de clientas que querían realizarse un ligero aumento de volumen e hidratación en los labios”, explica la responsable de Centros Único, Beatriz Cardona. Y es que algunas de ellas prefieren realizarse esta intervención en plena pandemia porque no quieren trasmitir un fuerte cambio. La responsable de la clínica incide en que se trata de un tratamiento sin cirugía, “nada invasivo” en la cual se aplica ácido hialurónico en la zona a tratar.

Otra de las novedades junto con el aumento de volumen en los labios, es la demanda en aspectos sobre “esclerosado vascular”. Un tratamiento estético que consiste en la eliminación de varices y venas de araña a la que, una vez finalizada la sesión, es necesario complementar con unas medias de compresión durante varios días después. Ana Belén Martín, directora de la clínica estética Massana de Zamora señala que este tipo de solicitudes suelen realizarse en temporada de invierno por “la exposición al sol”. La responsable destaca que una de las razones por las que el cliente ha preferido la temporada de verano para corregir esta zona puede ser el no querer salir fuera de la ciudad por temor al virus, además del límite de aforo o cierre de piscinas o playas. “Hay gente que, a lo mejor, está invirtiendo el dinero de sus vacaciones en estética y, por eso, este tipo de procedimientos a los que no le puede dar la luz del sol directa están aumentando”. Beatriz Cardona coincide en que este año atípico ha dejado a la gente con el miedo metido en el cuerpo y dejará el disfrute de la temporada estival para otro año: “La gente que ha seguido teletrabajando y decide quedarse en Zamora ha podido ahorrar algo más y sí que sigue haciéndose sus tratamientos, tanto corporales como faciales”.

Desde esta clínica zamorana, apuntan que el perfil de las personas que acuden es muy variado. “Vienen chicas muy jovencitas por problemas de acné y mujeres más mayores, a partir de los 60, por temas de arrugas o manchas en la piel típicas de la edad”. Pero, a pesar de parecer un tema puramente femenino los hombres no se quedan atrás. Ana Belén Martín explica que “ahora los chicos se cuidan muchísimo” y son los que mejor se dejan aconsejar. Las demandas de los hombres recaen en la pérdida de cabello y en la depilación.

La estética no entiende de edades ni sexo, el sector está protagonizado por jóvenes, mujeres, hombres y mayores que por sus propias razones solo quieren sentirse mejor con ellos mismos.