Hasta el gorro del forro: cómo forrar libros sin perder los nervios

P. O.

Si tienes hijos en edad escolar, estamos seguros de que estás hasta el gorro del forro. Y es que en cuanto pasan a Educación Primaria, son muchos los libros con los que cuentan y que debes forrar si quieres garantizar cierta durabilidad y conservación. Aunque puedes hacerlo con tela y con los forros más modernos que incluyen adhesivo -no es tan fácil como puede parecer a priori- te recomendamos que tires del forro de toda la vida. Estos son los pasos que debes seguir:

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Cortar el plástico

Lo primero que debes hacer es poner el libro en el centro de modo que los márgenes queden iguales por todos los lados. Corta un par de dedos más para que quede margen por todo perímetro con la ayuda de una tijera.

Doblajes y pequeños cortes extra

Envuelve el libro prácticamente como si fuera un papel de regalo. Dobla en la esquina y pega con celo. Eso sí, en los extremos de la zona del lomo tendrás un problema si no haces un pequeño cortecito para eliminar un poco de plástico. Basta con que recortes un pelín más del ancho del lomo. Haces un corte de cada lado y quitas el forro sobrante. Así podrás doblar por ambas tapas sin problema.

Primero una tapa, luego otra

Termina íntegra una tapa y luego ve a la otra. Si no lo haces así, corres el riesgo de que creas que hayas terminado y cuando el niño esté en clase se dé cuenta de que no.

¿Cuchara sopera?

Para que el forrado quede perfecto y sin ninguna burbuja, pásale una cuchara sopera por encima. Quedará perfecto.

Nombre

Tienes dos opciones: colocar encima una etiqueta o directamente utilizar rotulador para hacerlo sobre el forro. Así estará etiquetado sin emborronar nada del libro.