La violencia machista dejó ocho mujeres asesinadas en julio y ocho menores huérfanos. Agosto empeora la estadística: tres mujeres asesinadas y seis huérfanos, lo que supone que ya son 39 los menores de edad a los que sus propios padres o las parejas les han arrebatado a sus madres. Necesitan atención psicológica, el cariño de famililares, pero se enfrentan al mismo tiempo a un duro camino de trámites legales en torno al proceso penal, civil, patria potestad, custodia o pensión. Un camino que sufren los huérfanos y los familiares que se hacen cargo de ellos, mientras a veces no tienen tiempo ni de pasar el luto.