El radar de la carretera C-17 a la altura de Figaró-Montmany, en Barcelona, detecta diariamente a más de 80 conductores que superan el límite de velocidad permitida, que es de 80 kilómetros por hora. Está instalado en el punto kilométrico 33.5 de la C-17, y una desventaja existente es que está situado entre varios árboles y a muy pocos metros de una señal de tráfico. Estos factores dificultan la visión a los conductores y por eso hay tantos que son pillados por este radar.