Érase una vez 60 niños de Sevilla que tras leer un cuento se pusieron manos a la obra: Se aprendieron el guión, se metieron en el papel… Y empezó la cuenta atrás para el estreno de un cortometraje. Grabándolo han aprendido de una forma amena y sencilla que tienen derecho a elegir a quién y en qué momento expresar su cariño.