El capitán del Azamara reproduce la señal de auxilio que hace 100 años emitió el Titanic antes de hundirse para siempre. El crucero visitó anoche el punto exacto en el que el insumergible chocó contra un iceberg. En el interior del buque, un silencio sepulcral mientras se recuerda a aquellos que perdieron la vida en las gélidas aguas del Océano Atlántico. El homenaje continúa poco después en la cubierta.