El "Julio Verne" será una nave no tripulada que podrá transportar hasta 7,5 toneladas de carga, servir como almacén y propulsar la estación para compensar la ligera caída que le produce la atracción terrestre.

Su misión, que tendrá una duración de seis meses, marcará el bautismo del vehículo espacial europeo más complejo jamás construido, indicó la ESA.

Una versión especial del cohete Ariane-5 pondrá en órbita la nave desde la base de lanzamiento europea de Kurú, en la Guayana francesa, señaló la ESA en rueda de prensa en París.

El director de la misión del ATV, John Ellwood, explicó que el personal de la agencia está "en estos momentos" sometiendo al vehículo a las últimas pruebas y simulaciones.

El ATV, cuyo programa tiene un coste de unos 1.300 millones de euros, permitirá a la ESA recurrir menos a los transbordadores estadounidenses y a los rusos Progress para llevar al espacio las partes y experimentos que le corresponden en la ISS.

El vehículo europeo cobrará una mayor importancia a partir de 2011, fecha de caducidad de los actuales transbordadores estadounidenses y para cuando la ESA tiene previsto efectuar todas sus misiones de transporte de mercancías con el ATV.

El vehículo tiene forma de un cilindro de 4,48 metros de diámetro y 9,79 metros de longitud, pesa 13.083 kilos, puede cargar tres veces más de material que un Progress y podría albergar en su interior uno de los típicos autobuses londinenses de dos pisos.

Las "ventana de lanzamiento" del "Julio Verne", momento en que las condiciones atmosféricas permiten el despegue del cohete que transporta el vehículo, se ubican entre el 22 de febrero y el 9 de marzo, explicó Ellwood.

El momento de acoplamiento a la estación espacial dependerá de las condiciones solares, comentó.

Durante la primera fase de acoplamiento, el ATV se colocará a 3,5 kilómetros de la EEI para ir aproximándose hasta los 300 metros, distancia desde la que se orientará con dos sensores láser situados en la parte delantera de la nave.

Después, serán los sistemas magnéticos de la EEI los que finalicen el acoplamiento, supervisado siempre por la tripulación de la estación, entrenada específicamente para intervenir si fallasen los sistemas automáticos.

Una vez encajada en la EEI, los astronautas descargarán el material del "Julio Verne" según lo vayan necesitando y utilizarán el habitáculo como almacén durante seis meses.

Terminada su misión, en agosto, el ATV, que transportará desperdicios que ya no se necesiten en la estación, tardará dos días en regresar a la Tierra, donde se "quemará de manera controlada" al entrar en contacto con la atmósfera, antes de que sus restos se precipiten sobre una zona deshabitada del Pacífico.

La ESA trabaja para que en el futuro el ATV pueda servir como vehículo de retorno de astronautas desde la EEI, algo que precisa de "complejas modificaciones", y también para que se convierta en una cápsula de evacuación de la tripulación en caso de emergencia.