La sexualidad también se mide en términos científicos y arrojan a la luz verdades que todos dábamos por hecho pero también descartan clichés muy asentados en la sociedad. Así lo recoge, por ejemplo, una investigación realizada en 2014 centrada en la magnitud de las sensaciones eróticas de varias partes del cuerpo, publicada en la revista Cortex.

Los investigadores encuestaron a 800 hombres y mujeres en Sudáfrica y el Reino Unido pidiéndoles que calificaran 41 partes del cuerpo diferentes por sus capacidades erógenas.

Las partes más sexys del cuerpo fueron una obviedad: genitales, labios, orejas y cara interna de los muslos. Por sorpresa, los omóplatos entraron en el ranking como uno de los lugares más placenteros tanto para hombres como para mujeres.

Pero el estudio también desterró un mito ya que tanto rodillas como pies (tradicionalmente unas de las zonas más erógenas) se situaban en la parte baja de la clasificación.

En el imaginario colectivo, nos imaginamos unos pies cuidados y bien perfumados, unas rodillas fuertes y nudosas... Nada más lejos de la realidad. Los encuestados consideraron estas partes poco eróticas, de manera que los investigadores apreciaron una gran diferencia entre lo que puede ser un fetiche sexual y una zona erógena.

Hombres y mujeres, muy similares

Otro hallazgo notable fue descubrir que hombres y mujeres son muy similares en su clasificación de partes del cuerpo erótico. Obviamente, hubo algunas diferencias (los hombres puntuaron las manos y la parte posterior de las piernas como zonas muy eróticas, mientras que las mujeres los clasificaron más abajo), pero en líneas generales los científicos se sorprendieron al constatar "notables niveles de correlación" entre los sexos.

Este descubrimiento anula la creencia tradicional de que las mujeres están cargadas de zonas erógenas y los hombres solo tienen un punto caliente obvio.

Las partes más erógenas de las mujeres son:

- Vulva

- Labios

- Cuello y nuca

- Pecho y pezones

- Trasero y parte interior de los muslos

- Orejas

En el caso de los hombres, los lugares más importantes son:

- Pene

- Labios

- Zona interior de los muslos

- Cuello

- Pezones

- Perineo

- Nuca

- Orejas

Los autores del estudio también se percataron que las clasificaciones eróticas no se ven afectadas por la edad, el nivel socioeconómico, el origen cultural o la orientación sexual de una persona. Todos los seres humanos parecen compartir zonas erógenas comunes, concluyen los investigadores. Esto sugiere que en la mayoría de los casos, nuestras inclinaciones sexuales están conectadas, no basadas en la etnia o la experiencia.

Hay quien pensará que la sexualidad no se puede medir en términos científicos, sin embargo gracias a estos estudios sabemos que la mayoría de la gente preferirá besos en el omóplato que mordisqueos en el pie.

Además, el estudio concluyó que la velocidad perfecta para acariciar la piel humana es de 5 centímetros por segundo, aunque se antoja algo difícil tener presente estas directrices en los momentos de máxima pasión.