En un comunicado, la compañía de bajo coste aseguró que ha tratado de zanjar este asunto "de manera elegante" ofreciendo a cada uno un euro simbólico por daños y perjuicios, como pedía Sarkozy, más 5.000 euros para una organización humanitaria de su elección, una cifra bastante alejada de los 500.000 euros demandados por la modelo.

"Ryanair no tiene intención de ceder a las amenazas de la señorita Bruni o a sus ridículas reclamaciones y nos opondremos vigorosamente a las peticiones de esta señora, quien, en las últimas semanas, se ha embarcado en una de las relaciones más abiertas, publicitadas y difundidas internacionalmente", dice la nota.

La aerolínea lamentó que, a pesar de las "sinceras e inmediatas disculpas" ofrecidas a la oficina del presidente, que estuvieron acompañadas de "la promesa de que no volverá a publicar el anuncio o nada parecido", los abogados de la pareja presentaran una demanda ante el Tribunal de Gran Instancia de París.

"De nuevo -continua el texto-, pedimos disculpas tanto al presidente Sarkozy como a la señorita Bruni y creemos que un pago apropiado a la organización caritativa de su elección es la mejor y la más elegante manera de resolver este asunto".

En la fotografía que servía como base de la publicidad lanzada el pasado lunes por la aerolínea, Bruni, situada junto a Sarkozy, decía en un bocadillo de cómic que "Con Ryanair, toda mi familia puede venir a mi boda".