En realidad se llaman DOMNS, es decir, dolor muscular de aparición tardía, pero todo el mundo las conoce como las agujetas. Si has empezado a hacer ejercicio de cara al buen tiempo para poner tu cuerpo a tono, es más que probable que hayan llegado a ti las esperadas agujetas.
Esos dolores que van desde un ligerísimo cosquilleo casi inapreciable hasta el top de los DOMNS: cuando no puedes casi ni caminar y si lo haces, parece que te has dejado el caballo en la esquina.
¿Qué son en realidad?
Son la consecuencia directa de un esfuerzo extra o por practicar un ejercicio al que tu cuerpo no está acostumbrado. De golpe le metes acción y él responde en forma de agujeta. En realidad, son microrroturas de fibras musculares en mayor o menor medida.
¿Cuánto tardan en aparecer?
El dolor típico de la agujeta aparece al día siguiente del ejercicio extra. Justo cuando te vas a levantar de la cama y dices: "Uuuuuy, aquí pasa algo". Y ese "algo" son las DOMNS. Sin embargo, el dolor más fuerte aparece 48 hora después y es a partir de las 72 cuando empezarán a desaparecer hasta que ni te acuerdes de ellas. En ocasión, según la intensidad de la agujeta, pueden estar acompañándote hasta diez días, aunque siempre irán a menos una vez pasadas esas 72 horas.
¿Qué pasa con el mito del agua con azúcar?
Que no tiene ninguna base así que guarda el azúcar para el café y ni te molestes. Es cierto que durante años hemos pensado que el remedio era eficaz y hasta tenía ese efecto placebo de "...parece que ya no las noto". Todo se debe a que durante una época se pensó que las agujetas se producían por la cristalización del lactato en los músculos y que el azúcar disuelto en agua podía eliminar esos cristales. Sin embargo, la comunidad médica desmontó hace años esta tesis.
¿Qué hacer entonces?
Tienes dos opciones:
- No hacer nada, salvo esperar a que pasen esas 72 horas para estar como nuevo
- Acelerar la recuperación haciendo de nuevo el mismo ejercicio que las provocó: aquí todo depende de las ganas que tengas de sufrir.