Hillary Clinton, jefa de la diplomacia estadounidense, ha encontrado una fórmula para pagar la enorme deuda que ha dejado en sus arcas la campaña electoral por las presidenciales que perdió contra Barack Obama. Ha puesto en alquiler a su marido, el ex presidente norteamericano Bill Clinton. Según los documentos entregados a la Comisión Federal Electoral por el comité de campaña de Hillary, los depósitos en el banco alcanzan los 2,6 millones de dólares (1,9 millones de euros) y las deudas los 2,3 millones (1,7). La deuda todavía no está saldada del todo porque los 300.000 dólares (230.000 euros) restantes no cubren los gastos administrativos en los que ha incurrido el comité, cuyo monto no se ha hecho público. Lo que sí es público es que el agujero llegó a superar los 25 millones de dólares (19,1 millones de euros). Pero para cerrar esa brecha hace falta imaginación.

«Eventos interesantes»

En la página web de la Secretaria de Estado se anuncia un «interesante» sorteo. Con una aportación de cinco dólares se entra en una rifa en el que el premio gordo es pasar un día en Nueva York con Bill Clinton y disfrutar junto a él de varios «eventos interesantes». En realidad la idea de alquiler por un día al ex presidente ha sido de James Carville, asesor de Hillary durante la campaña. La ex candidata a presidenta de Estados Unidos no puede organizar este tipo de actividades para pagar sus deudas. Así que en la web se señala siempre que es una iniciativa de los amigos de Hillary. Carville envió un mail masivo a sus contactos: «Pase un día con Clinton». «Haz una contribución de cinco dólares y podrás disfrutar de una oportunidad que se presenta sólo una vez en la vida», dice la misiva electrónica.