Los vecinos de Tagarabuena han revivido este domingo la tradicional fiesta en honor del Cristo de la Expiración, una antigua tradición que pervive en el barrio toresano y que mantiene su esencia a pesar de su antigüedad.
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La celebración fue inaugurada con una misa oficiada en la iglesia de San Juan Bautista a la que asistieron autoridades locales, vecinos y cofrades. Una vez concluida la eucaristía comenzó la austera y solemne procesión que recorrió las calles situadas en el entorno del templo.
Hermanos de la cofradía del Cristo de la Expiración portaron a hombros la imagen durante un corto recorrido en el que los fieles devotos entonaron cánticos, que sirvieron para reforzar la devoción que durante todo el año profesan al Crucificado.
Una vez concluido el desfile procesional, los hermanos depositaron de nuevo en la iglesia la talla del Cristo de la Expiración, al que las autoridades y vecinos imploraron su protección con una leve inclinación de cabeza. Este año, los hermanos de la cofradía, Clemente García y Vicente Talegón, han sido los encargados de organizar una fiesta muy arraigada en las tradiciones del barrio.
La jornada festiva fue clausurada con un almuerzo en el local del teleclub de Tagarabuena, al que fueron invitados todos los participantes en los actos organizados para honrar al Cristo de la Expiración.
En la actualidad, la cofradía la integran cerca 20 vecinos de Tagarabuena, y sus responsables han animado a más vecinos a formar parte de una hermandad que, a pesar de la despoblación a la que no es ajena el barrio toresano, ha logrado preservar la tradición de venerar al Cristo de la Expiración.