Los regantes de Toro y su Alfoz aventuran una campaña de riego muy complicada, debido principalmente al elevado coste de la energía eléctrica. Si para los regantes de los canales Toro-Zamora y San José el incremento de los costes es muy significativo, aquellos que están fuera de las comunidades de regantes porque poseen pozos de sondeo directamente se plantean si sembrar o no, debido a la incertidumbre sobre la rentabilidad de sus cultivos.

Y es que el incremento de insumos respecto a la campaña anterior es cercano al 100%, según los cálculos de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla y León (UPA). Esto quiere decir que a los agricultores les cuesta el doble que en la anterior campaña sembrar y regar para mantener sus cultivos.

Un camión procede a descargar remolacha en la Azucarera de Toro. | M. C. Irene Barahona

Ante esta situación, UPA Castilla y León hacía ayer un llamamiento a todas las administraciones para que apliquen “medidas de apoyo urgentes” a las explotaciones agrícolas con pozos de sondeo, especialmente para los cultivos que se verán más afectados por el encarecimiento de la energía, entre los que citan la zanahoria, la patata, el maíz y, por encima de todo, la remolacha, un cultivo muy frecuente en la comarca de Toro y del que depende buena parte de la actividad agroindustrial de la ciudad debido a la presencia de la fábrica de Azucarera.

Esta organización agraria ha señalado la discriminación que sufren determinados profesionales de Castilla y León respecto a otros sectores agrícolas y ganaderos del conjunto del país, puesto que algunos sectores claves para esta comunidad autónoma no aparecen en la Orden como beneficiarios de las ayudas directas previstas por el Gobierno de España para hacer frente a las consecuencias económicas derivadas de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Por ejemplo, los cultivadores de remolacha de la zona de Toro van a sufrir este año un sobrecoste de entre 2.000 y 3.000 euros por hectárea respecto a la campaña pasada debido al elevadísimo coste de la energía y al brutal crecimiento de los combustibles así como del resto de inputs, lo que pone en serio riesgo el mantenimiento de un cultivo clave en la fijación de población en el medio rural y en la creación de riqueza y empleo. En esta situación están alrededor de 2.200 cultivadores de remolacha en el conjunto de Castilla y León.

Por este motivo, UPA Castilla y León espera “un compromiso firme por parte de la Junta de Castilla y León y que demuestra con hechos la apuesta decidida que dice tener con el regadío en general y con el sector remolachero en particular, calificándolo constantemente como ‘estratégico’ para la comunidad autónoma.

El sindicato agrario calificaba ayer de “incomprensible” el hecho de que la remolacha “no tuviera un respaldo por parte del Gobierno autonómico y que vuelva a ser ninguneado como lo ha sido en el Plan de Ayudas nacional”. Desde UPA recuerdan que “la remolacha azucarera colabora activamente a la mitigación del cambio climático”, puesto que destaca por ser uno de los cultivos con mayor capacidad de fijación de CO2 atmosférico.

En la reciente petición de la organización agraria a la Junta de Castilla y León de un fondo extraordinario de 50 millones de euros para ayudar a determinados sectores por la situación límite que atraviesan agricultores y ganaderos, consideran imprescindible que una parte de ese montante vaya a parar a los agricultores con explotaciones que tienen pozos de sondeo.

Por último, UPA insiste en que es “una cuestión de justicia” que la Junta apoye a un sector como el remolachero que, recuerdan, atraviesa desde hace años “una situación muy delicada desde el punto de vista económico”, y argumentan que “además de ser un cultivo tradicional y con futuro a nivel agroambiental y sostenible, la actividad propiamente dicha genera un importante soporte económico y social para muchos municipios rurales de la región”.

El nuevo Gobierno autonómico se constituía el pasado martes y al terminar el periodo de interinidad las distintas consejerías pueden retomar ahora proyectos paralizados en los últimos meses, por eso desde esta semana no dejan de sucederse las peticiones de distintos sectores al nuevo Ejecutivo de Mañueco, y los agricultores y ganaderos no son menos, al ser el sector primario el más afectado por la invasión de Ucrania.