La victoria de Joe Biden en las elecciones de Estados Unidos ha generado expectación en el sector vinícola español, por la posible rebaja o la supresión de los aranceles que impuso Donald Trump a productos europeos. Aunque la Denominación de Origen Toro confía en mantener e incluso incrementar la exportación de sus vinos en el mercado norteamericano, su presidente, Felipe Nalda, precisó que una política más aperturista, por la que podría decantarse Biden, generaría un aumento de la competencia para los tintos toresanos en Estados Unidos. En este sentido, Nalda reconoció que la “guerra comercial” que llevó a Trump a imponer un arancel de entre el 25 y el 35% a los vinos con menos de 14 grados no ha afectado a la inmensa mayoría de marcas que se producen en la Denominación de Origen Toro, ya que superan la citada graduación, lo que ha favorecido su comercialización en el mercado norteamericano. De hecho, como subrayó el presidente del órgano vinícola, en Toro es difícil encontrar un tinto que no supere la citada graduación, por lo que los aranceles tan solo afectaban a rosados y blancos, aunque su exportación a Estados Unidos es limitada.

Por este motivo, para Nalda, será necesario esperar para conocer si la llegada del demócrata a la Casa Blanca, supone la adopción de medidas respecto a los aranceles impuestos por Trump, que habían reducido la competencia para los vinos de Toro en el mercado norteamericano al rebasar los 14 grados. Además, puntualizó que, a lo largo del último ejercicio, “Estados Unidos se estaba comportando bastante bien como importador de los vinos de Toro”, de ahí que “nos surjan dudas” sobre una política más aperturista de la nueva presidencia, porque ampliaría la competencia para los vinos de Toro.

Reiteró Nalda que los aranceles de Trump no han afectado a la exportación de vinos de Toro a Estados Unidos y que, si los datos de ventas del presente ejercicio siguen como hasta ahora, parejos a los del pasado año, el mercado norteamericano se mantendría como el principal importador de los tintos que elaboran las bodegas amparadas por el sello de calidad.

En este punto, el presidente del Consejo Regulador recordó que durante el pasado ejercicio, la Denominación de Origen Toro comercializó en total 16 millones de botellas, de las que alrededor del 40% se exportaron a diferentes países y, de ese porcentaje, el 25%, cerca de 1,6 millones de botellas, tuvieron como destino final Estados Unidos, posicionándose como el mercado más importante para los vinos toresanos. Los aranceles impuestos durante el mandato de Trump afectan a los vinos embotellados, tranquilos y que no alcancen los 14 grados que, en el caso de España suponen alrededor del 73% de las ventas a Estados Unidos. Ya en el momento de la imposición del gravamen la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas, alertó sobre la importancia del mercado norteamericano, al ser el cuarto destino para las exportaciones españolas, con un valor de 240 millones de euros.