La campaña de las comunidades de regantes del Bajo Duero se está viendo muy dificultada por la presencia de briozoo que está aumentando de forma alarmante por las diferentes comunidades de regantes de nuestra provincia. La gravedad de este problema cada vez es mayor debido a que este microorganismo invasor obstruye los filtros y las tuberías dificultando el normal desarrollo de los riegos y, por lo tanto, el trabajo de los agricultores y usuarios de las comunidades de la zona.

Los briozoos son organismos coloniales de pequeño tamaño, unas 0,5 micras, con varias formas, caracterizados por su reproducción tanto sexual como asexual, de los cuales solo unas cincuenta especies de las 4.000 conocidas viven en agua dulce. Tienen además una gran facilidad para adherirse a superficies y para la dispersión, por lo que se extienden con rapidez por ríos, embalses y lagos, con la consiguiente alteración de los ecosistemas naturales.

La comisión gestora de la Junta Central de Usuarios del Sistema Pisuerga-Bajo Duero ha mostrado su honda preocupación por la proliferación de este briozoo en las comunidades de regantes del Bajo Duero en la provincia de Zamora. “El desarrollo de la campaña en estas comunidades se está viendo condicionado por este microorganismo invasor presente en el agua dulce, que forma colonias en el interior de las instalaciones de riego hasta obturar los conductos e impedir la irrigación de los cultivos por presurización”, afirman desde la comisión gestora.

De momento, la situación más delicada afecta a las comunidades de regantes de San José, Virgen del Aviso y Toro-Zamora, donde durante todo el mes de julio se han producido incidencias al respecto. “Casi todos los días recibimos avisos de regantes que no pueden regar y que tratamos de solventar con nuestro personal”, señala Pedro Pablo Ballesteros, presidente de la comunidad Toro-Zamora y de la Central de Usuarios. Esta comunidad, con 7.200 hectáreas, ya había constatado la presencia ocasional de briozoo en años anteriores. “Se trata de un problema que se lleva generando varios años, pero nunca se había llegado a los extremos que sufrimos ahora”, manifiesta Ballesteros.

“Las instalaciones de riego se obstruyen por la presencia del briozoo, hay que limpiarlas y no damos abasto. Si seguimos así en agosto, con altas temperaturas y sin posibilidad de irrigar debidamente ciertas fincas porque el agua no sale por los aspersores, va a haber pérdidas de cosecha en algunas parcelas”, explica Ballesteros, quien destaca que los regantes del Guadalquivir, cuenca donde resulta habitual este fenómeno y con la que se han puesto en contacto en busca de soluciones, ya han solicitado la declaración del briozoo como especie invasora para que se tomen medidas efectivas y poder acabar con este grave problema que está poniendo “en alerta” la campaña de riego.

La Central de Usuarios está formada por comunidades de regantes de las provincias de Palencia, Burgos, Valladolid y Zamora, que suman 46.000 hectáreas de cultivos, los titulares de concesiones individuales de los cauces que irrigan unas 8.000 hectáreas de labor y varias minicentrales hidroeléctricas e industrias que toman agua del cauce junto a diferentes municipios que se abastecen del Pisuerga y del Duero.

Además, no hay que olvidar que el cambio climático supone una menor aportación de agua para el riego al disminuir las precipitaciones, aspecto en el que están muy sensibilizados los trabajadores agrícolas que apuestan claramente por la modernización y coordinación entre los usuarios.

SE BARAJAN POSIBLES SOLUCIONES, AUNQUE “NO SON FÁCILES”

Debido a la gravedad de este fenómeno, la Central de Usuarios solicita a las administraciones implicadas, como la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y la Junta de Castilla y León, un mayor esfuerzo para abordar este problema y buscar soluciones. También se ha contactado con la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA), como responsable de las recientes obras de modernización de regadíos, para que observe sobre el terreno las dificultades para desarrollar el riego con normalidad al incrustarse en las instalaciones, ya sean tuberías, filtros, rejillas o hidrantes.

Además, la Central de Usuarios ha encargado un primer estudio al Grupo de Ingeniería Química Ambiental y Bioprocesos de la Universidad de León. Según explica su director, Antonio Morán, se trata de hacer “un análisis de situación y analizar posibles soluciones, que por los antecedentes existentes en otras cuencas españolas, como la del Guadalquivir, no van a resultar fáciles y requieren mucho tiempo”. Por su parte, Luis Alberto Nebreda, presidente de la comisión gestora de la Central y de la comunidad palentina del Canal del Pisuerga, explica que la inquietud alcanza a todos los usuarios del Sistema Pisuerga-Bajo Duero, “de ahí que nos unamos no solo para gestionar mejor el agua, sino para intentar resolver un problema serio que puede extenderse con facilidad a otras zonas de la cuenca y provoca claros perjuicios a los agricultores”.

Como afirma Antonio Morán, “las soluciones no son fáciles”, y el problema se antoja más que complicado para la comunidad de regantes del Bajo Duero, los cuales se encuentran ante una situación “muy complicada”.

El presidente del canal Toro-Zamora, Pedro Pablo Ballesteros, pide a los regantes que colaboren y que tengan paciencia ya que, como manifiesta, “se está haciendo todo lo posible por buscar una solución viable a este problema”. “Estamos buscando soluciones a largo plazo, a corto plazo no nos queda más que pedir prudencia por parte de los usuarios y declarar que la comunidad está trabajando en limpiarlo en la mayor brevedad para que se pierda lo menos posible de las horas de riego que corresponden”, insiste.