Las parroquias de la ciudad y de la Unidad de Acción Pastoral-Morales han recuperado durante esta semana el culto y para preservar la seguridad de los feligreses han adoptado diversas medidas sanitarias. A normas obligatorias como reducir el aforo a un tercio de la capacidad del templo, que los feligreses ocupen los lugares señalizados en los bancos, que cubran su rostro con mascarillas o el previo lavado de manos con gel hidroalcohólico, las parroquias han adoptado otras medidas de carácter preventivo.

Una de las citadas medidas es la desinfección profesional tanto del interior como del exterior de los templos y de las iglesias-museo de la ciudad de Toro. Recordaron los párrocos que durante la cuarentena las iglesias han permanecido cerradas y que, por tanto, no sería preciso llevar a cabo una desinfección, pero para reforzar su seguridad en el día de ayer la empresa Sanigest llevó a cabo la fumigación del interior de los templos, mientras que los accesos exteriores fueron desinfectados por los bomberos.

Además, las parroquias han instalado dispensadores de gel hidroalcohólico en las entradas de los templos para que todos los feligreses que participen en las misas cumplan con la obligación de lavarse las manos. Durante esta semana y gracias a las medidas de alivio aprobadas para la fase 0 de la desescalada las parroquias han recuperado el culto en la ciudad y en los municipios de la Unidad de Acción Pastoral-Morales.