La agrupación de voluntarios de Protección Civil, de forma coordinada con el Ayuntamiento, ha puesto en marcha un nuevo servicio de atención a las personas mayores que residen en la ciudad, servicio que se prolongará durante el tiempo de vigencia del estado de alarma decretado por el Gobierno. La iniciativa pretende dar cobertura y atender las necesidades básicas de un colectivo vulnerable como el de los ancianos que, además, están más expuestos a los efectos del coronavirus. Todas aquellas personas interesadas en acceder a este servicio que prestará Protección Civil de Toro deben llamar al teléfono 625 59 65 21, en horario de 10.00 a 13.00 horas. Una vez recibida la llamada, los voluntarios de la agrupación de Protección Civil se trasladarán a los domicilios de las personas mayores a las que prestarán ayuda, aunque también atenderán sus necesidades más básicas. Al margen de la nueva iniciativa, durante los últimos días, los voluntarios de la agrupación han intensificado su presencia en las calles para colaborar con la institución local y con los Cuerpos de Seguridad y, además de recordar a los vecinos desde un vehículo y con un altavoz la importancia de que se mantengan confinados en sus viviendas para frenar la propagación del virus, también han atendido otros servicios como reponer las bandas de prohibición de acceso a los parques infantiles y biosaludables de la ciudad que fueron arraancadas por el viento. Del mismo modo, los voluntarios han tenido que instalar vallas de protección en el entorno de un edificio en el que se han producido desprendimientos en la fachada, con el objetivo de velar por la seguridad de los escasos ciudadanos que transitan por las calles.

Al margen del esfuerzo que están realizando las diferentes instituciones o los Cuerpos de Seguridad y de voluntarios como Protección Civil para informar y velar por la seguridad de los toresanos, durante los últimos días muchos vecinos han tenido que prestar una atención especial a sus padres y otros familiares de edad avanzada para evitar que tengan que salir de sus hogares. Así, muchos hijos se encargan de acudir a los comercios o farmacias para atender las necesidades de sus mayores, aunque ante una situación excepcional y para evitar el riesgo de contagio, no pueden mantener un contacto físico o expresar su cariño con muestras de afecto. Otros toresanos se han ofrecido a sus vecinos para realizar sus compras o acudir a la farmacia, cadena que favorece una menor presencia de personas en las calles y, por tanto, el cumplimiento de la restricción sobre la libre circulación.