Al margen de los daños ocasionados en parcelas de la vega de Toro, que en su mayoría ya habían sido cosechadas, la última crecida del Duero a su paso por la ciudad también ha provocado algunos problemas en tomas particulares y tuberías del modernizado canal Toro-Zamora. En este sentido, el presidente provincial de Asaja matizó que, en aquellas bocas de riego que permanecían abiertas ha entrado agua por la subida del caudal, lo que ha propiciado que en su interior se acumule barro que "queda pegado en las tuberías".

Recordó Medina que los agricultores han tenido que afrontar una elevada inversión para sufragar el coste de modernización de la infraestructura y, por este motivo, instó a la CHD a alertar con más antelación a las comunidades de regantes sobre posibles crecidas del río, con el objetivo de que dispongan de tiempo suficiente para retirar hidrantes o cerrar tomas particulares.

De hecho, reconoció que, en la última crecida, algunos agricultores mantenían las bocas de riego "un poco abiertas" para evitar que las tuberías pudieran helarse por las bajas temperaturas, lo que ha motivado que en su interior se acumule el barro arrastrado por el agua. Por el momento, según Medina, no es posible evaluar los posibles daños en la infraestructura de riego, por lo que habrá que esperar al inicio de la campaña para comprobar si las tuberías han resultado afectadas por la acumulación de barro en su interior.