El Ayuntamiento de Toro ha contratado los servicios de una empresa especializada para reducir la "sobredimensionada" población de palomas que existe en la ciudad y atender las numerosas quejas formuladas por los vecinos sobre la presencia de ejemplares de la citada especie en edificios públicos y particulares. El concejal de Medio Ambiente, José Luis Martín Arroyo, confirmó que recientemente el Ayuntamiento ha contratado el servicio de una empresa autorizada de Salamanca, para que proceda a la captura de ejemplares de palomas mediante la colocación de jaulas que ya se han implantado en tres edificios de titularidad municipal en los que se ha constatado la elevada presencia de ejemplares: el Teatro Latorre, el palacio de los Condes de Requena y la Casa Consistorial.

La empresa encargada de capturar las palomas, como explicó Martín Arroyo, las trasladará posteriormente a sus fincas y serán destinadas a "fines deportivos" y a alimento de aves rapaces. Aunque el Ayuntamiento había solicitado presupuesto a tres empresas especializadas, finalmente se ha decantado por contratar el servicio de la firma salmantina que, para instalar las jaulas, realizó un estudio previo sobre la población de palomas que convive en Toro y que ha demostrado que es muy elevada.

Aunque las jaulas se han instalado ya en tres edificios municipales, la pretensión del equipo de Gobierno es extender este sistema a los antiguos silos y al Arco del Reloj. Del mismo modo, si así lo estiman conveniente los párrocos de la ciudad, la medida podría ampliarse a las iglesias y edificios eclesiásticos de Toro, aunque el Ayuntamiento también estudiará la posibilidad de implantar jaulas en inmuebles de particulares especialmente afectados por la presencia de palomas y que, en algunos casos, se han convertido en lugares de "anidamiento" de la especie.

El concejal de Medio Ambiente reiteró que el nuevo servicio contratado por el Ayuntamiento permitirá capturar palomas para reducir su elevada población en Toro hasta "límites normales como hace algunos años", con el objetivo de conservar el patrimonio de la ciudad y minimizar los daños que las citadas aves ocasionan en los edificios. Del mismo modo, el Ayuntamiento pretende reducir los posibles riesgos de salud asociados a la presencia de palomas en el casco urbano, ya que son portadoras de diversas enfermedades que pueden transmitir a través de un contacto directo o a través de sus excrementos, riesgos que espera minimizar con la implantación de las jaulas que actúan como reclamo.