Morales de Toro revivió ayer uno de los días centrales de sus fiestas, durante el que sus vecinos pudieron renovar la entrañable devoción que sienten por San Roque. Tras una larga noche de fiesta que se prolongó hasta altas horas de la madrugada en la plaza de toros, en la que se celebró un desenjaule nocturno, y en las bodegas de las peñas, los moralinos madrugaron para compartir la chocolatada con la que les obsequió el Ayuntamiento. El desayuno dio paso a la misa de fiesta en honor a San Roque y a la tradicional procesión, en la que la imagen del patrón fue portada a hombros, por el recorrido en el que, poco tiempo después, se celebró un encierro urbano.

Durante el festejo, numerosos aficionados desafiaron a los astados por las calles de un municipio que, durante sus fiestas, vive con especial pasión todos los eventos en los que los toros cobran un protagonismo especial.

Mientras los más valientes citaban a los astados sobre el asfalto o desde las talanqueras instaladas a lo largo del recorrido del encierro, otros moralinos optaron por disfrutar del tradicional almuerzo, a base de sopas de ajo y torreznos, ofrecido por la peña gastronómica "El Portón' y que sirvió para que muchos recuperaran, en parte, las fuerzas para afrontar otra larga jornada festiva. Tras una merecida siesta, los moralinos volvieron a reencontrarse en el espectáculo ecuestre "Flamenqus" ofrecido por el grupo "Embrujo de Castilla" y la jornada fue clausurada con una animada verbena en la zona del "Molino".

Las fiestas de Morales de Toro proseguirán hoy con un encierro urbano y un almuerzo, a base de huevos fritos con jamón. Por la tarde, a las 19.00 horas, los aficionados podrán disfrutar de un tentadero benéfico en el que los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Navas del Rey (Madrid) mostrarán al público el trabajo que realizan para formarse como futuras promesas del toreo. Otro encierro y una discomovida clausurarán la jornada.