El grupo de voluntariado ambiental, formado por una decena de adultos y dos niños, dedicó la mañana de ayer a limpiar diversos parajes naturales del término municipal, en los que recogieron gran cantidad de basura y residuos, especialmente en las inmediaciones del instituto González Allende, al que el Ayuntamiento requerirá que conciencie a sus estudiantes sobre la necesidad de cuidar y respetar el entorno. La concejala de Obras, Ruth Martín, colaboró en las labores de limpieza y volvió a reiterar la necesidad de que los ciudadanos se conciencien de la importancia de mantener en perfecto estado los parajes naturales del municipio, aunque también se hizo eco de la "indignación" de los voluntarios por la gran cantidad de residuos que recogieron en bolsas de basura en las inmediaciones del citado instituto. Martín precisó, que en el entorno del centro educativo, los voluntarios retiraron "restos" de bocadillos, envases de zumo, latas de bebida, botellines de agua o papel de aluminio que, en principio, podrían haber sido abandonados por los alumnos del centro.

En este punto, la concejala recordó que en las inmediaciones del centro hay contenedores y papeleras que pueden utilizar los estudiantes para depositar basura, aunque también destacó que junto al paseo que conduce al centro los voluntarios retiraron bolsas llenas de residuos que algún vecino de la zona no se molestó en dejar en un contenedor.

Además, el Ayuntamiento requerirá a los propietarios de una vivienda deshabitada y próxima al instituto que coloquen unas vallas para impedir que los jóvenes utilicen sus instalaciones para celebrar "botellones", ya que junto al inmueble los voluntarios hallaron litronas y cajetillas de tabaco. El grupo también recorrió el paseo del Espolón, desde los restos de una antigua cerámica hasta el hotel Juan II, paraje que "estaba bastante limpio", como reconoció Martín. Los voluntarios mostraron su disposición a volver a colaborar en esta iniciativa, que se repetirá en mayo.