Los datos ofrecidos de desempleo y afiliación a la Seguridad Social son las dos claves que, principalmente, permiten interpretar el estado del mercado laboral de un municipio. De forma habitual se trata de dos indicadores concomitantes en el que la alteración de uno tiene un efecto inmediato en el otro y viceversa. Es decir que, si el paro sube, desciende el número de cotizantes y al revés. No obstante, un sucinto balance del año 2018 nos explicita que no siempre estas guías no siempre funcionan como los platillos de una balanza. De acuerdo con la información publicada la semana pasada por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, la ciudad cerró el pasado curso con 651 parados, un 11,1% menos que en 2017. Sin embargo, Toro dio carpetazo al ejercicio pasado con 3.103 afiliados a la Seguridad Social, tan solo uno más que en 2017.

Respecto a estos últimos datos, la cifra de cotizantes inscritos en el municipio zamorano creció un 0,03% respecto a diciembre de 2017 y decreció más de un 1% respecto a noviembre, un retroceso que se traduce en 36 cotizantes; encadenando así un trimestre consecutivo de bajadas desde que finalizara la campaña de la vendimia el pasado mes de octubre.

Por sectores, el régimen general, con 2.065 inscritos, perdió 41 trabajadores (una merma de casi el 2%) respecto al mes de noviembre, pero ganó 33 afiliados (un crecimiento del 1,62%) en contraste con diciembre de 2017. El régimen de autónomos, un sector que tiende a la baja los últimos meses, ganó cuatro trabajadores por cuenta propia en diciembre alcanzado los 913 cotizantes, pero su evolución interanual desvela una pérdida de 29 afiliados (-3,08%). Los trabajadores del campo, por su parte, se sitúan en 82 afiliados; ni crecen ni bajan demasiado respecto a 2017 o la treintena de noviembre, su época de movimiento ya se produjo de septiembre a octubre cuando el sector perdió a 120 trabajadores con la finalización de los trabajos de recogida de uva. Poca evolución también en el régimen del hogar, donde la cifra de 43 afiliados permanece más o menos estable durante las últimas anualidades.

Si bien 2018 no deja unos datos de afiliación a la Seguridad Social tan positivos como de desempleo, la evolución sufrida a lo largo del año sí se puede calificar de beneficiosa para los trabajadores locales. Toro inició el año con 3.000 cotizantes y lo finaliza con más de 3.100, lo que se traduce en casi un 3,5% más de trabajadores que al comienzo del pasado curso. Asimismo, desde el mes de mayo la cifra de afiliación se ha mantenido como la más alta desde el año 2011, a excepción de la treintena de octubre, donde 2016 -espoleado por la recta final de Las Edades del Hombre- todavía mantiene el número más alto de cotizantes registrado en ese mes en los últimos siete años. Por último, 2018 también nos dejó el pico más alto de inscritos a la Seguridad Social desde 2011, con cerca de 3.500 trabajadores en septiembre; una estadística que pudo ser mayor porque en plena campaña de la vendimia las bodegas denunciaron falta de mano de obra.

Siempre que se habla de empleo y su evolución es interesante comparar las cifras actuales con los guarismos registrados durante el año 2008, cuando en España se inició la crisis inmobiliaria que derivaría en una crisis financiera total catalizada por el contexto de colapso económico a nivel global. Sería a partir de 2008 cuando los derechos laborales de los trabajadores sufrirían una fuerte depauperación -explicitada en las reformas laborales de 2010 (PSOE) y 2012 (PP)- y el empleo, especialmente el que atañe a los jóvenes trabajadores, experimentó una paulatina precarización. Al finalizar el año 2008, Toro -con 1.000 habitantes más que en la actualidad- registró 3.354 cotizantes, un 7,5% más que a día de hoy.

Echando la vista atrás hasta el año 2003 -últimos datos de afiliación registrados en la página web del Ministerio de Trabajo-, el municipio toresano contaba entonces con tan solo 2.493 cotizantes. Es decir, en los últimos 15 años la ciudad ha ganado 610 cotizantes, un 24% más que en 2003; una cifra cuanto menos sorprendente, puesto que en aquel ejercicio Toro contaba con 377 habitantes más que en la actualidad.

En lo que respecta al alfoz, Morales de Toro cierra el año con 299 afiliados a la Seguridad Social. Una cifra en consonancia a los números registrados durante el último lustro y muy alejados de los 448 con los que cerró el ejercicio de 2008. Las cifras negativas también siguen en otros pueblos como Vezdemarbán -101 cotizantes, que año tras año, lastrado por la pérdida poblacional-; Villavendimio, 43 afiliados; Valdefinjas, 33; Bustillo del Oro, 13, o Peleagonzalo, 65, entre otros.