El Ayuntamiento de Toro ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) que ejecute diversas actuaciones en el cauce y en las riberas del río, tras constatar que las "isletas" que, con el paso del tiempo se han ido formando en ambas márgenes, frenan el normal discurrir del agua y provocan su retroceso hacia el puente de piedra, con la consiguiente erosión de su plataforma.

La concejala de Obras y Urbanismo, Ruth Martín, explicó que las actuaciones que precisa el entorno natural del puente de piedra ya cuentan con la preceptiva autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio, tal y como había exigido la CHD para poder intervenir en las riberas del cauce del Duero. A la citada entidad ya ha sido remitida la memoria técnica redactada por el ingeniero municipal y que se basa en un estudio sobre cómo ha cambiado el cauce del río en las últimas décadas, por la formación de "isletas" en ambas márgenes y que son el resultado de "la acumulación de materiales arrastrados por el agua y del crecimiento de vegetación invasora".

En este punto, Martín concretó que la memoria técnica remitida a la CHD detalla las actuaciones que es preciso acometer en el cauce para evitar un mayor deterioro del puente de piedra en el que, en la actualidad, se está acometiendo la última fase de las obras de rehabilitación sufragadas con cargo al 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento, aunque el Ayuntamiento asume el 25% del coste total del proyecto, que fue adjudicado por 659.754 euros.

La citada memoria, según la concejala de Obras, recoge que los trabajos que es preciso ejecutar en el cauce del río son la poda selectiva, la tala de árboles de grandes dimensiones o el aclareo y "entresaca" de vegetación en ambas márgenes del río Duero, así como la eliminación de especies vegetales consideradas invasoras que han desplazado a otras autóctonas de la zona. Una vez concluida esta primera intervención centrada en la limpieza de las riberas, sería preciso llevar a cabo el movimiento de tierras y acarreos para la redistribución de los depósitos fluviales por el cauce y el relleno de las zonas más erosionadas. Estas actuaciones, según Martín, servirán para recuperar, en parte, el cauce original del río Duero a su paso por Toro que, en los últimos años, "se ha estrechado" en el tramo que discurre entre el puente de piedra y el puente de hierro, por la formación de "isletas" que "frenan el discurrir normal del agua", especialmente cuando se registran "grandes avenidas de agua" que suelen provocar la anegación de la zona conocida como "La Bardada".

Las citadas "isletas" actúan como un freno natural del caudal provocando que el agua regrese hacia el puente de piedra que "tiene que hacer un mayor esfuerzo" para soportar este retroceso y que origina la erosión de la plataforma del monumento, en la que está previsto adecuar una nueva escollera de protección.