El mercado inmobiliario de Toro, que abrió el año con un descenso de un 25% en el número de transacciones inmobiliarias respecto al año 2017, consigue mitigar esa diferencia durante el segundo trimestre de este 2018 pero sin llegar a salir de la tendencia negativa. La compraventa de viviendas en la ciudad comenzó el primer trimestre con 18 operaciones -todas ellas correspondientes a domicilios de segunda mano-, seis menos respecto al mismo periodo de 2017 cuando se registraron un total de 24 transacciones inmobiliarias. Durante el segundo trimestre, el número de inmuebles que cambiaron de dueños ascendieron a 15 -de nuevo todas las viviendas de segundo uso-, un 50% más que durante el segundo trimestre del pasado curso cuando se realizaron un total de 10 compraventas. No obstante, a pesar de este incremento durante los meses de abril, mayo y junio, la suma de compraventas realizadas este 2018, con 33 transacciones, es un 3% menos que durante el mismo periodo del ejercicio pasado, que cerró 34 operaciones en total.

Todo este baile de cifras indica una tendencia similar en la compraventa de viviendas durante este 2018 y el pasado 2017. Sin embargo, realizar estimaciones en el mercado inmobiliario toresano es complicado debido a su inestabilidad. Los datos de los últimos años no verifican la existencia de un trimestre fuerte donde las transacciones crezcan, ni dibujan un ciclo claro en la evolución o involución de las operaciones.

Por el contrario, los datos sí arrojan una conclusión clara a la par que obvia: el conjunto de operaciones de compraventa de viviendas se vio reducido de forma ostensible a partir de la crisis del año 2008. Por aquella época el mercado inmobiliario en Toro registró 163 transacciones. La firma de contratos de compra comenzó a mermar hasta caer por debajo de la centena de operaciones en el año 2012 (53 transacciones). Desde entonces, la compraventa ha variado, aumentando y mermando pero sin recuperar las estadísticas anteriores a 2012: en 2013, 100 viviendas cambiaron de propietario; 2014, de nuevo las ventas decrecieron hasta las 49 operaciones, para volver a aumentar en el siguiente curso hasta las 78 y finalmente retroceder un 17% en el 2016 hasta las 65 transacciones. El pasado año la ciudad registró un total de 78 ventas de viviendas.