El temporal registrado hace unos días ha puesto en evidencia el deterioro de la celosía que encierra los huecos del torreón del convento de Santa Sofía de Toro, después de que parte del enrejado fuera arrancada por el viento y cayera sobre el tejado del patio de La Cisterna del monasterio. Este hecho ha desencadenado que la congregación de Hermanas Norbertinas Premostratenses que habitan el convento de Santa Sofía haya vuelto a reclamar una intervención urgente en el torreón que es uno de los restos del antiguo palacio que la reina María de Molina cedió a la comunidad religiosa hace más de siete siglos. Los daños ocasionados en el torreón y, en concreto en la celosía, han sido analizados por un equipo de técnicos de la Fundación Fomento Hispania y uno de los aparejadores que trabaja para la entidad, José Antonio Santos, reconoció que, tras un primer estudio, se ha podido constatar que el desprendimiento tiene su origen en que la madera estaba podrida. Destacó el técnico que, "por fortuna" la parte de la celosía desprendida por las fuertes rachas de viento ha caído sobre el tejado del patio de La Cisterna causando unos "daños mínimos" en relación a lo que "podía haber sido", si el enrejado hubiera cedido hacia las calles Las Monjas o Arbas, por las que a diario transitan los vecinos de la zona. Los técnicos de la Fundación Fomento Hispania han puesto en conocimiento de la Comisión Territorial de Patrimonio el desprendimiento que evidencia que "el torreón necesita ayuda" y que es preciso ejecutar una serie de intervenciones para garantizar la estabilidad y la seguridad de la estructura.

En cuanto a la celosía, Santos remarcó que "es relativamente moderna" y que será preciso realizar un estudio en profundidad para comprobar si, al margen de la parte desprendida, el resto de los elementos que conforman el enrejado también presentan la misma situación y si la madera está también podrida, lo que obligaría a llevar a cabo una intervención urgente. No obstante, el técnico preciso que el desprendimiento se ha producido durante unos días en los que se registraron fuertes rachas de viento que "han arrancado la celosía" y, a su juicio, a partir de ahora será preciso comprobar si el resto de elementos que la conforman también "suponen un peligro", tanto para la comunidad religiosa como para los ciudadanos. Por el momento, en la parte de la celosía arrancada se ha colocado una malla para evitar el acceso de las palomas al interior del torreón como una "medida de emergencia", antes de proceder a recuperar el enrejado que, en principio, podría estar en su totalidad afectado por la podredumbre de la madera, lo que supone un peligro por posibles desprendimientos.

Por otra parte, Santos recordó que el monasterio de Santa Sofía presenta otros graves problemas que afectan no solo a la celosía, sino que también preocupa el estado de los cimientos del torreón así como el deterioro del patio de La Cisterna, que es otro de los vestigios del palacio cedido por la reina María de Molina, patio interior en el que los técnicos han apreciado que las columnas se están venciendo, que la estructura de madera que lo recubre precisa una intervención urgente para evitar daños estructurales que derivan en empujes de las columnas, así como el desprendimiento de un falso techo o grietas en los paramentos. De todos estos problemas, como apuntó Santos, ya tiene conocimiento la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta que, en principio, se ha comprometido a colaborar, junto a otras entidades, en las actuaciones que sea preciso llevar a cabo en el monasterio para frenar su deterioro.